Mi Hermana Ivy (TRADUCCIÓN)

Parte X

Ahí estaba mi padre, de pie frente a mí mirándome con una expresión vacía sin decir absolutamente nada. Ni siquiera lvy dijo una sola palabra, era como si todos nos hubiéramos congelado o algo así.

Yo me sentía incapaz de verlo n siquiera un segundo. Podía sentir su  mirada de extrañeza, con esa expresión en blanco. Sentía como mi pecho se contraía y mi piel se erizaba.

Mi respiración se aceleraba y mi cabeza se sentía como si fuera a explotar mientras mi presión arterial aumentaba.

Había tenido ataques de pánico con anterioridad... ¡Este iba a ser otro!

- N-No... No es lo que piensas... - Dije desesperadamente, intentando controlar mi mano para que no tiemble.

Su silencio era ensordecedor. ¡Estoy a punto de tener un colapso!

- ¿No es lo que pienso? - Dijo después de pensar un momento, colocando su maleta a un lado. - ¿Y qué crees que pienso? Porque yo solo creo lo que veo, Jordan.

- ¡Lo está haciendo por mí! - Ivy Intervino, poniéndose a mi lado.

No deje de mirar al suelo en ningún momento. Estaba demasiado aterrorizada para mirar sus críticos ojos.

Ivy tomó mi temblorosa mano, agarrándola con fuerza. En cuanto sentí su mano reconfortar la mía, ya no sentí sola.

- Ivy... - Responde papá con impaciencia. - ¿Ahora tú hablas por Jordan?

Ivy tomó mi mano con más fuerza.

- ¡Yo lo obligué a vestirse así, papá! - Ivy continuó con urgencia, hablando frenéticamente a toda prisa. - Rompió mi maniquí de prácticas para maquillaje y lo obligué a ser mi modelo como castigo.

Miré con cautela en dirección a mi padre, esperaba que se creyera la historia, que, aunque no era toda la verdad, tenía que ser lo suficientemente creíble. Su expresión no decía nada.

- Está bien... - Murmuró, sonando como si no le creyera.

- ¡Es la verdad! - Suplicó Ivy desesperadamente.

Papá dió un quejido y suspiró. Esos sonidos no me dan confianza. ¡No tengo idea de cómo va a reaccionar si le digo la verdad!
Ni siquiera estoy seguro de tener la fuerza suficiente para decírselo. Es decir, ni siquiera se lo pude admitir a mamá antes.

- Silencio, Ivy. - Demandó papá. - Deja que tu hermano se expliqué, por favor.

Lo miré de nuevo, mientras él me veía con ojos expectantes. Se me hizo un nudo en la garganta mientras sentía el sudor bajando por mi espalda.

- L-Lo que dijo Ivy... - Dijo con ansiedad, hablando directamente a mis pies. - Ella... me obligó.

- ¿Y ya? - Respondió con escepticismo. - ¿Es esa toda la verdad?

- ¡Sí! - Gritó Ivy, ahora bastante animada.

Papá puso los ojos en blanco y luego se rascó la nuca. Una pequeña sonrisa apareció en su rostro mientras me quita los ojos de encima por primera vez desde que llegó a casa.

- Está bien... - Dijo sarcásticamente, levantando las manos en señal de rendición para calmar a Ivy.

¡Nunca me había sentido tan alivio! ¿¡Lo logré!? ¿¡Me salí con la mía!?

- Eres igual que tu madre. - Dijo burlándose alegremente, dándole a lvy una rápida mirada. - Siempre protegiéndolo ¿no?

Luego, casi haciéndome jadear, volteó para mirarme directamente a los ojos una vez más.

- ¿Estás seguro? - Me preguntó, inclinándose. - ¿Seguro de que no hay algo más? ¿Algo que quieras decirnos?

Sentí el calor de la vergüenza llenar mi rostro una vez más. ¿No le creyó a Ivy? ¿¡Por qué sigue preguntando!?

Miré nerviosamente hacia atrás, era incapaz verlo por miedo. Solo pude verlo esbozar una sonrisa muy estúpida.

Ivy apretó mi mano una vez más para mostrarme su apoyo.

- ¿Y Bien? - Pregunta con ligereza. - ¿Hay algo que quieras decirme, Jordan? ¿O qué? ¿Te comió la lengua el ratón?

Intenté hablar, pero no podía. La mano de Ivy apretándome es lo único que me impide caer por un precipicio en este momento. ¡Estoy tan feliz de que esté a mi lado!