Estando de pie junto a mí, puedo sentir a Ivy juzgando cada uno de mis movimientos. He estado practicando mi maquillaje todas las noches, pero ella todavía no confía en mí para hacerlo yo solo.
- ¿Cómo...? - Pregunté, pasando con cuidado el cepillo del rímel por mis pestañas.
- ¡Muévelo más! - Respondió Ivy con firmeza.
- ¡Lo estoy moviendo! - Respondí con frustración, cansado que al parecer nada que hago está bien últimamente.
- No es suficiente, Jordan. - Comenta Ivy con impaciencia, cruzando los brazos con fuerza. -Sabía que debería haber hecho este look yo misma.
Con mi presión arterial subiendo, dejo de aplicarme el rímel. Habiendo tenido suficiente, vuelvo a enroscar la tapa y lentamente dejo el rímel en señal de protesta. ¡Se suponía que esto iba a ser divertido!
- ¿Qué estás haciendo Jordán? - Me regaña Ivy, recogiendo el rímel. -Tenemos que terminar esta sesión rápido. ¡Te lo dije! ¡Tengo que ir al gimnasio!
Me giro en mi asiento y miro a Ivy. Puedo ver la frustración en su rostro.
- ¿Qué tiene de importante el gimnasio? - Pregunto, quitándome el pelo de los ojos. - Has ido todos los días de esta semana.
- No tiene nada que ver contigo. - Responde Ivy, incapaz de dominar el tono de enojo en su voz. - ¡Solo necesito que te des prisa, termines de maquillarte y poses para mis fotos como buena chica. Sin que hagas tantas preguntas.
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- Estoy haciendo lo mejor que puedo, Ivy. - Respondí inocentemente, comenzando a molestarme un poco por su falta de paciencia hacia mí. - ¡Mira mi cabello, por el amor de Dios! ¿¡Sabes cuánto acoso y burlas recibo en el vestidor de chicos luciendo así!?
Ivy hace una mueca y mira hacia otro lado. La miro boquiabierto con incredulidad, sin saber por qué seguimos discutiendo así. Pensé que sería más comprensiva al haberme apoyado tanto.
- Si tan supieras por lo que yo estoy pasando. - Dice Ivy con amargura, en voz baja.
- ¿Qué? - Pregunto, arrugando mi rostro en confusión. - ¿Hay algo que quieras decirme, Ivy? ¡Porque claramente algo te está molestando!
- ¡Cállate, Jordan! - Resopla Ivy, reaccionando con molestia.
Aturdido, mi boca se abre ante su actitud. He puesto mis planes en espera para peinarme y maquillarme. Meterme en el viejo traje de porrista de mamá tampoco fue fácil. Todo para que ella me hable de esa forma…
- ¿Por qué actúas así? - Pregunto, conteniendo las lágrimas. - Solo estoy tratando de averiguar por qué has estado tan sensible últimamente. ¿Por qué ya no me apoyas?
