- ¿Perdón...? - Ivy preguntó mientras ponía una mano en la cintura, mirándome con una ceja levantada. - ¿Te está gustando esto?
Negué todo rotundamente con la cabeza. En ese momento solo quería que la tierra me comiera.
- ¡De ninguna manera! - Exclamé. - ¡Solo estoy haciendo esto porque rompí la cabeza de tus prácticas!
Yo rezaba para que me creyera. Le dí una mirada rápida para ver si mi mentira había servido. Pero solo me dió una cara sonriente, que no me dió demasiada confianza. Sin dejar de sonreír, Ivy se agachó y empezó a aplicarme maquillaje alrededor de los ojos.
- Sabes... - Dijo concentrada en mi cara. - A veces me doy cuenta de que mi ropa no está, o está fuera del lugar en el que la había dejado... ¿No sabrás nada de eso, o si..?
Un escalofrio recorrió por toda la columna vertebral. Algunas veces tomé prestada su ropa, pero intenté tener mucho cuidado ocultando mis huellas, pero ahora creo que no lo suficiente...
- N-No... - Respondí con un chillido poco convincente.
- Oh... - Responde mientras inspecciona el trabajo de mis cejas. - Está bien.
Mientras se aleja, siento que empiezo a sudar de nervios. ¿Ella sabe que me gusta usar vestidos?
- Ahora. - Dice ella con exigencia. - Necesito que te quedes lo más quieto posible para esto: Voy a hacer tus sombras y el delineado de ojos.
Le di un pequeño asentamiento y cerré los ojos. Mientras me acaricia suavemente los párpados, pude sentir como mi cuerpo se relajaba. Con los ojos cerrados, me concentré en la sensación de estar maquillado. No se parecía a ninguna otra sensación que hubiera experimentado antes.
- Eres un excelente modelo. - Comentó Ivy mientras continuaba rozando suavemente mi rostro. - Creo que vamos a tener que hacer esto más a menudo.
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Sin aprender la lección de antes, mi boca me traicionó una vez más.
- ¡Me encantaria! - Chillé con emoción.
Un escalofrio recorrió toda mi espalda y sacudió mi cuerpo, mientras me daba cuenta de lo que acababa de decir. Instantáneamente abrí los ojos para verla en el reflejo del espejo, me vía con una sonrisa de oreja a oreja.
- Jordan... - Dice con felicidad. - Te... ¿Te gusta vestir como mujer? ¿Te gusta vestirte con mi ropa?
Con esa pregunta pude sentir toda mi sangre corriendo hacia mi rostro, volviéndose rojo brillante. Mi boca estaba seca. Desesperante busqué alguna excusa en mi cerebro.
- Está bien... - Dijo con tranquilidad, poniendo una mano en mi hombro. - Sé honesto conmigo. Para ser sincera, he tenido mis sospechas ya desde hace un tiempo...
Estaba horrorizado. Volví a mirar su reflejo en el espejo con los ojos muy abiertos...
- ¿Tus sospechas..? - Pregunté con mucho nerviosismo. Sentía que me daría un infarto.
Suavizado su postura y dejando caer un hombro, me da una cálida sonrisa.
- Sí... - Respondió con ternura. - Hace un tiempo, ví algunas de esas fotos en tu teléfono.
Giré rápidamente en mi asiento para verla a la cara. Sentí miedo de lo que pudiera haber visto en mi teléfono, ¿¡Qué fotos había visto!?
- ¿Q-Qué es lo que viste...? - Pregunté con un nudo en la garganta, casi ahogándome.
- Unas fotos tuyas en las que estás... - Dijo, haciendo una pausa. - Estás usando mi blusa roja y mi falda negra.
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