Mi Hermana Ivy (TRADUCCIÓN)

Parte XIX

Eufórica, mamá me abraza con fuerza y me besa en la parte superior de la cabeza.

- ¡Estoy tan orgullosa de ti! - Dice con un dejo de emoción en la voz.

A pesar de que está presionando mi cara contra su pecho, siento una sola lágrima formarse y deslizarse por mi mejilla. He querido esto durante tanto tiempo que no puedo creer que le acabo de decir eso. ¡Debo estar soñando!

Acariciando mi cabello, mamá me besa en la cabeza por segunda vez.

- Cariño… - Dice ella, claramente todavía un poco emocional. - ¿Por dónde quieres empezar con esto? Quiero ayudarte tanto como pueda.

Todavía amortiguado por su abrazo, soy incapaz de responder, así que me alejo. Mis ojos tardan un segundo en adaptarse a la luz. Pero cuando lo hacen, veo a mamá sonriéndome con asombro en su rostro.

Mamá luego toca suavemente mis mejillas sonrojadas. - Qué bonita, niña. Vas a ser una muy buena señorita.

Mis mejillas brillan mientras me sonrojo aún más. - Te amo, mamá. - Le respondo, dándole una sonrisa con los ojos cerrados.

- ¿Así que por dónde empezamos? - Mamá pregunta de nuevo, quitando su mano de mi cara. - ¿Quieres empezar a vivir como una niña a partir de hoy?

- ¡Sí! - Respondo apasionadamente, dándole a mi madre un incómodo pulgar hacia arriba.

- ¡Hay mucho que hacer entonces! Mamá responde, parándose como una flecha hacia arriba.

Entonces es cuando comienza a pasearse por la cocina en un estado casi frenético. Es como si su mente estuviera trabajando a un millón de kilómetros por segundo y su cuerpo estuviera tratando desesperadamente de mantenerse al día.

- Primero tenemos que hablar con nuestro médico y asegurarnos de que tu transición sea médicamente segura. - Dice mamá, hablando a la velocidad de la luz. - Tenemos que comprar ropa y zapatos nuevos, hablar con la escuela, cambiar tu nombre, actualizarte en el ayuntamiento y redecorar tu habitación!

Mamá entonces se detiene y me mira de arriba abajo. Le sonrío sabiendo que está haciendo todo lo posible para apoyarme.

- Menos mal que te queda bien mi ropa vieja. Espero que no te importe usar la mía y la de Ivy hasta que podamos permitirnos comprar las tuyas.

Antes de que pueda responder, ella comienza a caminar de nuevo.

- Tengo que decirles a mis padres sobre esto. - Se preocupa. - Y todos los demás en la familia. Ah, y hay gastos médicos que arreglar. También tenemos que enseñarte cómo actuar, hablar y vestirte como toda una señorita.

- ¡Mamá! - Me río, interrumpiendo su divagación. - Tal vez deberíamos empezar simplemente… no sé… ¿diciéndole a papá tal vez?

Ella me da una sonrisa sonrojada antes de asentir. - Sí, cariño. - Se ríe. - Supongo que es un buen punto para empezar.

Sonrío. - Ah, y sobre mi nombre… - Digo asertivamente. - Quiero seguir llamándome Jordan. Me gusta mi nombre y creo que es lindo para una niña.

Los ojos de mamá se agrandan y sonríe. - Mami eligió bien tu nombre entonces.

Dejo caer mi hombro y le doy una mirada sospechosa. - ¿Pensé que papá eligió mi nombre?

Mamá se ríe. - Eso es lo que quería que él pensara.

Aunque le doy a mamá una sonrisa fugaz, empiezo a ponerme nervioso una vez más. ¿Está sucediendo realmente ahora mismo? ¿¡Qué va a decir papá!? ¿¡Se va a enfadar!?

- ¿Qué pasa, cariño? - Pregunta mamá, preocupada.

Empiezo a jugar con mi cabello nuevamente y me pregunto cómo abordar la cuestión de decirle a papá.

- ¿Tú…? - Hago una pausa y jugueteo un poco más. - ¿Crees que él se vaya a enojar?

- Nah. - Responde mamá al instante, haciendo a un lado mis preocupaciones. - Sabemos de tu travestismo desde hace años. Y sí, al principio estaba preocupado por ti, pero él solo quiere lo mejor para ti.

- ¿¡Él lo sabe!?

- Jordan… - Mamá me regaña, como si hubiera dicho algo tonto. - ¡Por supuesto! Incluso, estuvo muy molesto de que no lo hablaras con él hace unas semanas cuando Ivy te hizo vestir como Alicia en el País de las Maravillas. Realmente pensamos que lo harías.

- ¿¡Lo estaba!? ¡¡Pe- Pero él me dijo que estaría triste "si me convertía en una de las chicas"!!

- Oh no. Él solo le preocupa que lo superen en número en la casa. - Responde mamá, riendo para sí misma. - Está preocupado de que las chicas nos metamos con él. Solo está siendo un gran bebé, si me lo preguntas. No le prestes atención.

- Entonces, ¿no va a estar molesto?

- ¡De ninguna manera! Va a estar tan emocionado como yo. Jordan, somos tus padres. Lo único que queremos para ti en la vida es que seas feliz. Desde el momento en que naciste, eso es todo lo que queremos. Y, a juzgar por las sonrisas en tu rostro en los últimos treinta minutos, esto te hará feliz. Así que te prometo, mi dulce y querida hijita, ¡él estará muy emocionado por ti!

Lágrimas comenzaron a salir de mis ojos una vez más. Sus palabras significan mucho para mí y se hunden profundamente en mi alma, arrancando la disforia que me entristeció tanto en el pasado.

- M-m-mamá... - Sollozo, permitiendo que fluyan las lágrimas. - G-g-gracias. ¡N-no tienes idea de lo que eso m-significa para mí!

- Yo creo que sí. - Responde mamá, limpiando suavemente las lágrimas de mis ojos. - Deja salir todo, Jordan. ¡Ya no enfrentarás esto sola!

Incapaz de contener las lágrimas una vez más, debo parecer un desastre absoluto. Incluso puedo saborear el maquillaje en mis lágrimas.

- Bebé… - Dice mamá, abrazándome suavemente. - Has estado escondiendo toda esta emoción en el fondo, ¿no es así? Déjalo salir, cariño. ¡Déjalo salir!