Parte XX (Final)

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Ivy estaba molesta ese día, no por Jordan, sino por un problema personal que llevaba tiempo guardándose: Su relación con su novio, Mark.

Ivy y Mark llevaban saliendo casi dos años. Al principio, su relación era perfecta: compartían intereses, se apoyaban mutuamente y disfrutaban de su tiempo juntos. Sin embargo, en los últimos meses, las cosas comenzaron a cambiar. Mark se había vuelto más controlador y demandante con respecto al tiempo y las atenciones de Ivy. Cada vez que Ivy mencionaba algo relacionado con Jordan, Mark mostraba signos de molestia y desaprobación.

Mark no entendía por qué Ivy dedicaba tanto tiempo a su hermano. En su mente, Jordan ya era lo suficientemente mayor como para manejar sus propios problemas. Además, la idea de que Jordan quisiera convertirse en una chica le parecía ridícula y difícil de aceptar. Esto lo llevó a tener actitudes despectivas y comentarios insensibles cada vez que el tema surgía en sus conversaciones.

La noche anterior a la pelea, Ivy había pasado la tarde ayudando a Jordan con maquillaje y vestuario, disfrutando de ese tiempo de unión y apoyo mutuo. Mark llamó varias veces durante ese tiempo, pero Ivy no respondió porque estaba concentrada en su hermano. Cuando finalmente hablaron, la conversación se tornó tensa.

- ¿Por qué no contestaste mis llamadas? - Preguntó Mark, claramente molesto.

- Lo siento, estaba ocupada con Jordan. - Respondió Ivy, tratando de mantener la calma.

- ¿Otra vez con Jordan? Ivy, es tu hermano, no tu hijo. Tiene que aprender a manejar sus cosas solo.

- Mark, Jordan está pasando por algo muy difícil. Necesita nuestro apoyo ahora más que nunca. Si no puedes entender eso, entonces no entiendes lo que significa ser familia.

- ¿Familia? ¿Y yo qué? Parece que ya no tienes tiempo para nosotros, solo para él y sus locuras. - Remató Mark.

Esas palabras fueron la gota que colmó el vaso para Ivy. Sentía que Mark no solo no comprendía la situación de Jordan, sino que además no la respetaba ni la apoyaba como pareja. La discusión se intensificó y terminó con Ivy saliendo de la casa de Mark, sintiéndose incomprendida y frustrada.

Al día siguiente, la tensión acumulada todavía pesaba en Ivy. Cuando Jordan se mostró sensible debido a las hormonas, Ivy, aún afectada por la pelea, se sintió abrumada y necesitó espacio para despejar su mente, decidiendo irse "al gimnasio" como una excusa para calmarse.

Durante su tiempo fuera, Ivy reflexionó sobre su relación con Mark. Se dio cuenta de que si él no podía aceptar a su hermano tal como era, tampoco podría aceptarla a ella en su totalidad. Necesitaba a alguien que pudiera apoyar a su familia y sus decisiones, no solo cuando todo fuera fácil, sino también en los momentos difíciles.

Al regresar a casa y ver a su madre y Jordan conversando, Ivy sintió un renovado sentido de propósito. Decidió que hablaría con Mark y le explicaría claramente sus sentimientos y necesidades. Sabía que la conversación no sería fácil, pero estaba dispuesta a luchar por lo que creía correcto, tanto por ella como por Jordan.

Una vez aliviada y consolada por su madre, la paz de Jordan es palpable, pero una preocupación persiste en su mente: Su padre. ¿Y sí no tomaba nada bien la noticia?

Cuando Ivy regresa a casa, ya más calmada, se encuentra con su madre y su hermana sentados en la sala. Se une a ellos, y juntos planean la mejor manera de hablar con el padre de Jordan.

Cuando el padre de Tylor llegó a casa esa noche, cansado después de un largo día de trabajo, notó la tensión en el aire. La familia rara vez se reunía en la sala de esa manera, lo que le hizo sentir una punzada de preocupación.

Mi Hermana Ivy (TRADUCCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora