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Elián tenia un mejor amigo, Zac, su primo que vivía en otro país por el trabajo de su tío pero ahora estaba con él por las vacaciones de fin de año.

En Grecia, principalmente en Salónica, la temperatura era de dos grados lo cual significaba NIEVE. Los niños jugaban mientras sus padres tomaban té.

Esa vista era tierna para los adultos que hablaban de algo muy importante. Los tíos de Elián querían llevarlo con ellos a Italia pero sus padres no estaban convencidos. ¿Dejar ir a su ángel a otro país­? Seria algo difícil pero sabían que les ofrecían educación de alto nivel a diferencia de la pequeña escuela a la que Elián asistía.

Aceptaron que el niño se fuera, bajo ciertas condiciones y cuidados.

La vida de todos cambiaria con esa decisión y todos estaban de acuerdo que era lo mejor para él.

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Las vacaciones en Italia fueron un poco mas frías pero mucho mas divertidas. El tiempo paso volando y Elián ya estudiaba en Módena. Su tercer año de primaria. Le encantaba el lugar pero su diferencia de apariencia a sus compañeros era obvia.

Los veía fijamente todos los días, principalmente a los niños, porque sabia que era distinto a las niñas, mientras sus narices eran grandes y puntiagudas, la de el era pequeña y redonda. El cabello de sus compañeros era mayormente café pero él era pelirojo. Algunos tenían ojos verdes, grises u oscuros, pero no veía a nadie con ojos tan azules como los suyos. Se sentía como un bicho raro entre tantos y todo empeoro después de conocer a Tom.

Un día escucho como todas las niñas hablaban de un niño nuevo, de pelo negro y ojos azules. Eso lo emociono. Se sentiría mas normal si se juntaba con él.

Mala idea.

Sus días poco a poco se fueron volviendo mas oscuros de lo que serian para un niño de su edad. Sus dudas iban en aumento.

Tom era el niño con el que todas querían salir, aun siendo niños, las niñas se emocionaban con él. Elián era igual pero se recriminaba por pensar en la sonrisa de Tom o en sus ojitos. Se sentía sucio. Tom siempre le hablaba, decía que eran como hermanos por tener ojos azules y Elián solo lo ignoraba.

Cuando pasaron a cuarto año Elián se sentía peor, había escuchado que Tom salía con una de las niñas de un año arriba. Ella era hermosa, con su falda bien planchada, su cabello recogido de distintas formas todos los días y siempre sonriendo. Utilizaba lentes y eso le hacia pensar a Elián.

''Si uso lentes y sonrío, seré como ella.'' Pero luego se recriminaba. Él era un niño, no debería de querer ser como las niñas.

El tiempo pasó y Elián fue queriendo ser mas como una niña aunque no lo fuera. Nadie sabia de su enamoramiento por Tom, no tenían porque saberlo pero él lo quería contar y paso en un día con su tía.

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Estaban sentados en el parque esperando a que su primo y su tío regresaran con los helados pero Elián no dejaba de ver a un niño que dormía en otro banco junto a una niña que comía helado.

-Te gusta, ¿verdad? -dijo su tía. La relación entre ellos era buena talvez decirle estaba bien.

-¿Cómo puede dormir fuera? -su tía lo vio sorprendida, ella se refería a la niña, no al niño.

-¿Te gusta como va vestida ella? -no iba a preguntar directamente, eso lo podía asustar y era lo que menos quería.

-Si, el rosado es un lindo color. Pero el niño va vestido de negro.

-Hay muchos colores y muchas personas. Todos somos distintos a nuestra forma y son gustan diferentes cosas, no significa que este mal o que hay algo mal en nosotros. -se felicitaba por ser tan sabia pero entendía que esto iba a ser un camino difícil.

-Tía Rene, ¿Te puedo contar un secreto? - El pequeño Elián tenia miedo de decirlo en voz alta.

-Claro, puedes contarme lo que sea. -su sobrino se acerco a su oído para susurrar.

-Me gusta alguien, se llama Tom. Esta en mi clase. Es un niño. -Rene se quedo quieta, sabia como reaccionar pero de igual forma tenia que procesar todo y contarle a su esposo. Esto era algo delicado para un niño.

-Esta bien que te guste alguien, sea quien sea. Pero ten en cuenta algo, el mundo es muy grande pero a la vez es muy pequeño. Encontraras personas como tú, que aman de diferentes formas a distintas personas pero también, encontraras a quien te diga que estas mal y te querrán hacer daño. Tu lo que harás será decirme a mi o a tu tío quienes son las personas buenas y quienes son las personas malas. ¿Entiendes? -Elián lloraba y la abrazaba. Ella lo separo y le limpio las lagrimas aunque salieran mas.

De pronto un pañuelo de seda cayo en la cara de Elián haciendo que deje de llorar, lo quito de su rostro y vio con asombro como aquel niño de negro lo veía mientras se iba. El pañuelo tenia escrito algo con tinta azul.

''Los niños con ojos bonitos no deben llorar porque se vuelven feos''.

0304Donde viven las historias. Descúbrelo ahora