Capítulo 11

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¡¡ADVERTENCIA!!

Este capítulo contiene:

•Sexo hombre x hombre.
•Dirty talk (o un intento de ello).

Si no te gusta esto pondré este separador: ~♡~♡~♡~. Para indicar cuando inicie y cuando termine la escena, aunque mayormente habrá este contenido,nada más que decir continúa leyendo.

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Perspectiva de Lionel:

Memo es demasiado adorable, eso todo el mundo lo sabe, he visto cada comentario que le dedican algunos fans, como algunos quisieran estar en mi lugar aunque no lo sepan y eso me hace sentir afortunado. Afortunado de tener a alguien tan maravilloso como él en mi vida, de que alguien como él me ame, de que alguien como él siga conmigo sin importar lo que pase.

Es por eso que cada que tengo oportunidad le doy algún regalo, me ha recordado que con el simple hecho de decirle "te amo" es suficiente para él, pero merece más que unas simples palabras. Sé que lo he descuidado, que he sido bastante mierda con él y acepto que es mi culpa, pero después del mundial quiero que estemos mejor por lo que iré a terapia para controlar mis impulsos y mi ira.

Me gustaría empezar ahora pero por desgracia no tengo el suficiente tiempo para hacerlo, al menos no por el momento. Pero tampoco quiero seguir hiriendo a mi ricitos, por lo que ahora voy a tratar de estar todo el tiempo posible con él, ya no quiero que sufra por mi culpa.

Terminando la cena quise invitarle un postre pero se negó rotundamente pues ya estaba lleno y aparte ya no quería que siguiera gastando. Sólo suspiré pero asentí, le di un pequeño beso antes de que alguien entrara por las cortinas, por lo que cuando nos separamos entró el mesero. Pedí la cuenta, la pagué y nos fuimos al auto rápidamente para evitar que alguna persona nos reconociera, ya una vez adentro suspiramos aliviados, lo encendí y nos fuimos a un centro comercial.

Cuando nos detuvimos en un semáforo mi novio sacó una caja de chicles, que para ser sinceros no se de donde lo sacó, sacó uno y lo empezó a masticar. Lo miré curioso unos segundos, o eso creí, hasta que me sacude un poco haciendo que despierte de mis pensamientos.

–Lio, el semáforo está en verde– me sonrío a lo que seguí el camino.

–Lo siento, es que me puse a pensar– escuché una ligera risa.

–Vaya, que milagro– bromeó a lo que me reí– ¿en qué pensabas?

–Oh bueno, es que me pareció raro que estés comiendo chicle– miré de reojo y me di cuenta que tenía la cabeza ligeramente ladeada mientras me miraba confundido, parecía un perrito que miraba a su dueño con curiosidad, me reí un poco por eso– me refiero a que me parece raro que comas chicle fuera de la cancha.

–Ah, es que el chicle me sirve para desestresarme un poco y de cierta manera concentrarme en la cancha, pues me ayuda a olvidar mis nervios– dijo con simpleza– pero no significa que no coma chicle de ves en cuando, también soy una persona, ¿sabes?– a pesar de no poder verlo, se que sonrío burlón.

–¿Eres una persona? Vaya sorpresa, yo pensé que eres una obra de arte. Pero ahora que lo pienso eres la definición de la perfección en una persona– paré el auto para luego mirarlo, sus mejillas estaban rojas y sus ojos estaban abiertos.

¡Maldito Chapulín!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora