Liliana se ha sentido incómoda ultimamente, hasta en su casa. Francisco va más a menudo, debido a los preparativos de la boda, es noviembre, lo que quiere decir que en cinco meses se casan Mirna y él.
En este tiempo también ha notado algo rara a su madre, casi no come, está muy débil, demasiado pálida, ha faltado al trabajo bastantes ocasiones el último mes, se la pasa en su casa achuchandose con Francisco. Otras ocasiones está insoportable. Pero es Mirna, ¿qué puede caerle de extraño?.
Como su madre ha estado más tiempo en su casa, tuvo que renunciar al trabajo con la señora López, y así también renunciaba a la delicia de sentirse útil y viva. Ahora se la pasa aburrida, y con la música en volumen bajo, debido a las fuertes jaquecas que de vez en cuando tiene su madre.
Por otro lado, en la escuela, Cinthya la sigue molestando, aquella tetona rubia oxígenada y su compinche no han dejado de fregarla cada que pueden, y ya no son sólo insultos, ahora también existen golpes, golpes de los que su madre no ha tenido queja. Hace un mes Liliana respondió a esos golpes, lo que le ocasionó problemas, el director la suspendió una semana, no llamó a su madre, pero le advirtió que para la próxima lo haría. Liliana tuvo que hacerse la tonta durante el horario de sus clases, pero como estaba en suspensión, no podía entrar a su taller, lo que propició que la coordinadora del taller casi la sacara.
Y más ajeno a eso, se ha sentido perseguida. No es que tenga delirios de persecusión, pero se siente asechada. Y aún peor, ese tipo, ese tal Lucas, que desde que comenzarón el curso, no deja de tratar de acercarse. Él es el causante de que Cinthya la agreda cada vez peor. Se lo dijo una ocasión...
*-¡hey tu! Tonta, Liliana
-Como friegas la existencia, ¿qué coños quieres?
-Alejate de Lucas, es mio, y tú no me lo vas a quitar.
-No se puede quitar lo que no es de uno-contestó Liliana burlonamente
-Alejate, si no quieres sufrir las consecuencias. Él es mio, ¿entendiste? ¿O quieres que el agua del retrete te lo recuerde?
-Adelante, por mi me da lo mismo, y me influyen nada tus amenazas-Liliana dió la media vuelta, pero Cinthya la tomó del brazo.
-Quedas advertida gusano- la rubia se giro y comenzó a caminar, haciendo a la vez un movimiento de caderas exagerado*
Como lo aborrecía, ella sin siquiera prestarle atención al tonto ese, y tenía que sufrir a causa de él.
Tomó su bitácora y se dispusó a escribir:
"Noviembre 23
Maldición, en un mes y días, ¡caray! Y ya estamos en otro año, otro luctuoso año.¿Por qué Dios? No reniego de ti, pero...¿por qué yo? Bueno, cada quien forja su destino, según las acciones que hagas. ¿Toda mi vida me la pasaré sufriendo? Soy acosada, creo que entre más me porto bien, o trato de hacerlo, no me dejan, la maldita humanidad que me rodea no me deja.
Ya estoy harta de tanta mierda, harta de mi madre, harta de la escuela, harta de todo. Soy un ser despreciable, una inútil, una basura. He pensado en terminar con todo esto, pero sé que no merezco de gozar de muerte, pues hacer eso sería acabar con mi castigo y..."
No pudo continuar. Las lagrímas resbalaban por sus mejillas, quería calmar su llanto. Hacia más de tres años que no lo hacia, que se le había olvidado la sensación de desahogo que dejaba al sacar todas las penas.
Limpió su naríz, talló sus ojos para secar las lagrímas, y así dejarselos como de mapache, aunque a ella le gustaba pensar que era un panda. Cerró su bitácora, tomó la gabardina de siempre, arregló un poco su aspecto y salió de su habitación.
Cuando pasó por la sala, se encontró con la atenta mirada de Mirna.
-¿Te pasa algo hija?
-No Mirna, estoy bien
Abrió la puerta y la cerró con un gran estruendo.
Por primera vez, Mirna sintió aflicción por su hija. Le entró una sensación de angustía, y ella sabe que es por su falta de cariño hacia su hija.
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Nunca más en Soledad
Novela Juvenil¿Qué hacer cuando has sufrido muchos golpes en la vida? -Liliana, por favor, no corras más, y dame la cara cobarde-era Lucas por n-esima vez persiguiendola. Es bueno huir, quiza. Pero...¿por qué le huyes a algo que no conoces, o que pretendías conoc...