BLOODLINE ；hyunmin

diecisiete

A la mañana siguiente la conciencia de Seungmin se despertó por niveles. El débil dolor en la cabeza le había hecho abrir un párpado con cautela. La luz no era lo más bienvenido para sus percepciones sensoriales en estos momentos. Flexionó su mano contra un muslo duro como piedra, y presionó su erección mañanera contra la espalda firme de quien estaba delante de él. Abrió su único ojo un poco más, viendo el edredón azul cobalto de alta calidad de una cama en la cual no había estado antes, pero lo había deseado cada que la veía, las paredes blancas y los muebles oscuros no dejaban lugar a dudas de donde se encontraba.

—Mierda —Seungmin frunció el ceño—. Joder —Su pecho se contrajo, apretando el aire dentro de sus pulmones mientras lo ocurrido la noche anterior volvía a él a toda velocidad.

Recordó que antes de llegar a casa había surtido su nevera de cerveza y vino barato.

Recordó a Mark riendo.

Recordó el olor delicioso de Hyunjin.

Recordó saltar encima de Hyunjin nada más llegar.

Recordó caer de rodillas ante el hombre y... El calor pinchó el cuello de Seungmin. Cada una de las imágenes más sensuales y sexuales de lo ocurrido anoche llegaron a su cabeza.

Seungmin se había comportado como la zorra más necesitada y salvaje del mundo. Prácticamente había arrastrado a Hyunjin a su límite, abalanzándose sobre el tipo como si el mundo se fuera a acabar si Seungmin no tenía al hombre dentro suyo.

Cerró los ojos mortificado, y por si no fuera poco, ahora estaba presionado contra el hombre como una enredadera, en sus escasos encuentros sexuales. Solo se habían limitado a tener sexo, follar como desposeídos, pero no dormir en la misma cama. Seungmin era peso ligero, se quedaba siempre dormido primero y cuando abría los ojos, Hyunjin nunca estaba, pero ahora...

Poco a poco, Seungmin se alejó, luchó contra la tentación de observar a Hyunjin dormir. Se sentía tan mortificado y avergonzado que ahora mismo lo único que quería hacer era huir.

Excelente idea. dijo su subconsciente. Era mejor correr que enfrentar al enemigo.

Intentando no despertar a su compañero de cama. Seungmin salió de la cama, al menos lo intentó antes que el suelo bajo sus pies se moviera. Su estómago se apretó y no le quedó más remedio que correr al cuarto de baño. Apenas y alcanzó a llegar al inodoro, antes de vaciar todo su estómago sobre la costosa alfombra del cuarto de Hwang Hyunjin.

Sus arcadas eran ruidosas, y demasiado dramáticas, pero Seungmin era un mal enfermo y mal borracho también. Jamás fue bueno con el alcohol y esto era una parte de eso.

—¿Te encuentras bien? —Si pensó que su vergüenza no podría empeorar... ¿Por qué? ¿Por qué? Dioses de las humillaciones, llévenme en este momento. Con piernas temblorosas. Seungmin se puso de pie, cerró la tapa del vater, y jaló de la cadena, caminó hacia el lavabo y se enjuagó la boca con el agua del grifo. Aún podía sentir la mirada pesada de Hyunjin a su espalda, pero no tenía la fuerza para girarse y enfrentarlo. Te mataré Mark.