BLOODLINE ；hyunmin

veintidós

Seungmin intentó con todas sus fuerzas no reír, pero era inevitable, además tenía que admitir que se estaba divirtiendo a lo grande observando la incomodidad de Hyunjin al estar sobre un escenario desfilando ante una gran variedad de hombres y algunas mujeres como si fuera un mercado de carne.

Hyunjin y Jaebeom estaban en ese grupo de diez hombres que aguardaban para ser subastados. El maestro de ceremonias estaba haciendo un gran trabajo divirtiendo a los presentes y consiguiendo la mayor cantidad de dinero posible por cada hombre subastado.

Durante estos días, Hyunjin y Jaebeom habían hecho hasta lo imposible por zafarse de ese evento, pero Jinyoung era un hombre a tener cuidado, y los hermanos Hwang no tuvieron oportunidad.

No era que a Seungmin le gustara ver cómo otros hombres se comían a Hyunjin con los ojos, pero sabía que todo esto era por una buena causa.

—Si Jaebeom y Hyunjin siguen con esas caras, no lograrán recaudar nada —dijo Jinyoung divertido. Ambos estaban sentados en una de las mesas cerca del escenario, al ser parte de la asociación Jinyoung tenía un lugar privilegiado en la mesa VIP del palco, pero había preferido pasar la noche al lado de ellos. Todo había estado relativamente bien durante la fiesta, hasta que llegó el momento de la subasta y el humor de los hermanos Hwang se había oscurecido.

—Lo dudo, siempre hay algo que nos atrae hacia el hombre peligroso ¿No te parece?

—Sí, creo que tienes razón —Jinyoung alzó su copa hacia Seungmin para brindar—. Por los malhumorados hermanos Hwang.

—Salud —Brindó. Los dos primeros hombres fueron subastados rápidamente por cuatro mil y seis mil dólares.

—Y yo que pensé que mis dos mil dólares eran demasiado —le dijo a Jinyoung, el cual sonrió.

—Apuesto que Hyunjin enfurecerá si no logras comprarlo —Seungmin rodó los ojos.

—Antes de venir aquí, me dijo que hiciera todo lo que tuviera que hacer, pero más me valía no permitir que otro se me adelantara —Jinyoung rió.

—¿Qué espera que hagas? ¿Qué golpes a todos para que no oferten?

—No —Seungmin sacó de su bolsillo una tarjeta american express negra—. Me ha dado su tarjeta para asegurarme la victoria —Jinyoung rió más fuerte.

—¡Eso es trampa!

—Ya lo sé, pero ya sabes cómo es tu cuñado.

Hwang Hyunjin tenía un carácter especial. Justo, pero especial. No toleraba tonterías, era certero y práctico y no se andaba con rodeos. Apenas tenían pocos días conviviendo, pero ahora que Hyunjin no estaba siempre con el escudo en alto, Seungmin había descubierto cosas del hombre que de verdad le agradaban. Demasiado. Pero había otras que lo disgustaban, como él hecho de que Hyunjin pensaba que necesitaba cuidar de Seungmin al cien por ciento y asegurarse de que tuviera una tarjeta de crédito y que los ingresos necesarios en su cuenta de banco era una de sus obligaciones. Si por Hyunjin fuera, estaría más que contento de tener a Seungmin, encerrado en su departamento sin hacer nada. Pero Seungmin adoraba trabajar y amaba a los niños, aunque tuvo algunos problemas en su trabajo. Como era de esperar, lo ocurrido en la fiesta del nuevo CEO de Industrias Tuan, fue todo un escándalo, al día siguiente, se habían encontrado con infinidad de fotos y videos circulando por internet. Aún podía recordar la vergüenza que sintió.