BLOODLINE ；hyunmin

diez

A la mañana siguiente, Seungmin intentó no sentirse nervioso al ver entrar a Hyunjin en la cocina. Apenas y había podido susurrar unos buenos días, mientras continuaba preparando el desayuno y le servía café al hombre. Intentó no sentirse incómodo en momentos como estos en los que parecían un matrimonio por la mañana. Giselle por su parte era ajena a toda la atención de sus adultos, conversaba alegremente y liberaba a los dos hombres de la carga de dirigirse la palabra.

—Minnie, ¿A tío Jinnie también le plepalalas el almuerzo? —Seungmin se quedó con una rebanada de pechuga de pavo a medio camino de ser colocada sobre la tapa de pan integral previamente untada con mayonesa y mostaza. Levantó la vista y miró a Hyunjin. El cual estaba tomando tranquilamente una taza de café mientras revisaba el periódico.

—Ah... No creo que a tu tío le gusté almorzar un emparedado, Gis —Seungmin intentó imaginarse al gran hombre de negocios, con un traje super caro, en medio de su oficina sacando de su maletín un recipiente con un emparedado... Definitivamente no lograba imaginar eso.

—Tío, Seungmin cocina muy lico —Giselle señaló las dos loncheras, donde previamente Seungmin había colocado un jugo, fruta, unas galletas y otros bocadillos para el almuerzo. Solo faltaba el emparedado que estaba preparando. Seungmin también acostumbraba llevar su almuerzo preparado al trabajo. Entre más pudiera reducir gastos mejor.

—Estoy seguro de ello —dijo Hyunjin con calma—. Pero no quiero que Seungmin tenga más trabajo, ya está bastante ocupado preparando tu almuerzo —El corazón de Seungmin se aceleró al contemplar la mirada tan intensa del hombre ¿Lo estaba retando? ¿A qué estaba jugando? Anoche claramente lo había rechazado.

—No será problema preparar un emparedado para ti —Seungmin apartó la vista y comenzó a buscar los ingredientes para preparar también el almuerzo de ese hombre. Continuaron con el desayuno. Como siempre, Giselle continuó llenando los incómodos silencios. Hasta que su tío la envió a lavarse los dientes y las manos, era momento de marcharse.

—Pasaremos a dejarte a ti primero en el trabajo, después llevaré a Giselle —anunció Hyunjin, Seungmin se quitó el delantal. Y después colocó enfrente de Hyunjin un recipiente de plástico con el emparedado.

—No te sientas obligado a llevarlo solo porque Giselle haya insistido —Seungmin no lo miró a los ojos.

—Gracias —Hyunjin lo sorprendió al aceptar el almuerzo—. Será de ayuda, ya que no saldré de la oficina en todo el día —Seungmin asintió y comenzó a guardar sus cosas. Intentó que su corazón no se acelerara demasiado. Hyunjin ya había dejado muy en claro anoche que no habría nada entre ellos. Debería de dejar de ilusionarse en vano.

—¿No le informarás a Giselle que sus padres regresan este fin de semana?

—Creo que es mejor no hacerlo —Hyunjin se ajustó la corbata—. Anoche hablé con Jaebeom, creo que es mejor si él directamente vuela a Londres, puede continuar sus vacaciones ahí —Seungmin lo miró sorprendido.