9- Falacias crecientes

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Sasuke y Sasori se habían ido hace solamente unos minutos, intentó actuar como si la situación no le estuviera afectando en lo absoluto, pero, cuando comenzó a picar las verduras para la comida, su desesperación por saber lo que podía suceder entre su hermano y la bola roja lo delató. Cortaba las papas con una fuerza innecesaria, parecía que su objetivo real era hacer pedazos la tabla de madera en la que se apoyaba.

Miraba su celular una y otra vez, esperando que el pasar del tiempo lograra calmarlo un poco. Deseaba poder levantarse e ir detrás de ellos, pero eso sería patético, actitud nada propia de él.

Terminó de ayudarle a su madre, se había tomado el día libre alegando que necesitaba un poco de descanso con toda la situación de Sasuke, pero era mentira, lo que realmente quería era conocer los detalles de la supuesta relación de su hermano con Sasori.

Subió a su habitación, sin poder quitar de su mente la imagen de Sasori saliendo en compañía de Sasuke por la puerta. Se recostó en su cama, dejando su celular a un costado, tal vez era el Karma haciendo de las suyas, como si algo o alguien quisiera que, por una ocasión, sintiera lo que su hermano cada vez que él lograba algo que el menor no podía, si así se sentía Sasuke, ahora entendía porque había preferido irse de la casa y alejarse de su familia.

Respiró profundamente y tomó su celular, en automático se fue a la sección de mensajes y comenzó a redactar uno. Lo que estaba por hacer hizo que el respeto que se tenía a sí mismo desapareciera por completo.

“Sasuke fue al cine con Sasori. Te veo ahí en diez minutos".

(⁠◠⁠‿⁠・⁠)⁠—⁠☆

Le había mandado un mensaje a Naruto, sabía que el pobre no se iba a negar a la petición -más bien orden- que le había hecho. Era una suerte que se llevará bien con los encargados de la taquilla, varias de sus mascotas habían visitado su clínica. Mintió, dijo que temía por la salud de su hermano, que no se encontraba muy bien últimamente y le angustiaba que sufriera una recaída, de modo que necesitaba saber con urgencia en que sala se había metido.

Naruto llegó diez minutos tarde, así que entraron a la sala cuando las luces ya se habían apagado. Sintió un gran deseo por golpear al idiota ese, de no ser tan lento hubieran podido ver dónde se habían sentado ese par. Ambos subían las escaleras lentamente para evitar caerse, ya se había dado por vencido cuando un haz de luz provocado por la pantalla ilumino el rostro de varias personas en la antepenúltima fila y, entre ellas, se encontraba el majadero de Sasori. Subió a prisa, sin preocuparse mucho por sus pasos, incluso estuvo a punto de caer con el último escalón. Tal vez, después de todo, el karma no era tan malo con él, había escogido los asientos a dos filas de dónde estaban Sasori y Sasuke, el lugar estaba en el ángulo perfecto para poder vigilarlos.

- No debimos venir.- le dijo Naruto mientras le quitaba un poco de palomitas. El muy descarado lo había obligado a comprárselas, amenazando con decirle en algún momento a Sasuke lo que estaba haciendo por sus celos enfermizos. Eso dió justo en el orgullo de Itachi.

- Estando aquí podemos corroborar si hay química o algo entre ellos.- le respondió Itachi malhumorado.

- ¿Y eso de qué me serviría?, Yo no quiero volver con Sasuke.

- Si eso fuera cierto, no habías venido para verlo con tus propios ojos.

No sé preocuparon mucho durante la función, no vieron la película ni por un segundo, cada uno vigilaban a su interés amoroso. Estaban tranquilos al notar que ni Sasuke o Sasori habían intentado tomarse de las manos o besarse, pero existía el temor latente de que en cualquier momento pudiera suceder. De pronto se percató de que Sasori volteó en dirección a ellos, tuvo que actuar rápido y no tardó en arrepentirse, había girado de golpe a la cara hacia Naruto y estuvo a nada de besarlo, sus labios quedaron a escasos milímetros. El suceso les género a ambos tal trauma que Naruto optó por irse dos lugares lejos de Itachi. Acabó la función y no pasó nada que lo angustiara, Sasuke y Sasori abandonaron la sala como si fueran dos desconocidos, lo cual hizo muy feliz al par de espías que decidieron no tratar más el asunto.

𝑴𝒊𝒆𝒏𝒕𝒓𝒂𝒔 𝑫𝒐𝒓𝒎í𝒂𝒔 (𝑰𝒕𝒂𝑺𝒂𝒔𝒐)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora