Sentía sus manos y pies congelados. Eran cerca de las doce de la noche y ahí estaba él, en medio de un puente con copos de nieve cayendo sobre su persona. Llevaba una bufanda gris que además de cubrir su cuello, tapaba la mitad de su rostro permitiendo sólo que sus ojos fueran visibles, manteniendo por más tiempo el misterio de sus verdaderas intenciones.
A pesar de la distancia que los separaba, podía detectar su mirada y como se posaba sobre él, haciéndolo sentir por momentos como si esos ojos fueran cristales de hielo que atravesaban su cuerpo con lentitud. ¿De verdad era posible que esa mirada tuviera tanto poder como para evitar que él se moviera? Una parte de su ser quería caminar hacia esa persona, pero otra prefería retirarse, aunque su lógica le decía que hiciera lo primero, después de todo una persona no viajaba miles de kilómetros sólo para decirte cuánto te aborrece, al menos él no gastaría tanto para dar ese tipo de detalles.
Su pie izquierdo fue el primero en responder, la gente pasaba al lado suyo y lo normal era que le exigieran que se moviera o caminará más rápido, pero pareciera como si todos supieran que debían darle su tiempo y espacio, o tal vez no se dió cuenta que había caminado bastante rápido como para molestar a alguien. En su mente había tardado varios minutos en llegar, pero la realidad es que casi había trotado para arribar justo donde estaba esa persona, quien por su parte también había ido hacía él.
Ambos se detuvieron justo para quedar a un paso de distancia del otro, por primera vez en dos años sus ojos podían mirarse fijamente. Sasori separó sus labios un poco, con la finalidad de decir una palabra que rompiera el hielo, pero su esfuerzo fue en vano cuando escuchó dos palabras procedentes de la boca del contrario.
- Te perdonó.
(◠‿・)—☆
Asintió resignado y salió tras la puerta. Hubiera querido saber porque se sentía tan molesto, pero no tenía ni una pista para ello. Camino cabizbajo hasta llegar a su carro y arrancó sin mirar atrás sin saber lo mucho que se arrepentiría de ello.
Por más que pensaba en los posibles finales de aquella situación, los más sensatos eran aquellos sin un final feliz. Debía de sentirse tranquilo sabiendo que Sasori se iría y con eso se alejaría de su vida y la de su familia, pero algo en su interior lo mantenía totalmente inquieto, esa sensación de que a pesar de haber hecho lo correcto las cosas no se sentían en su debido lugar.
Cómo lo había hecho desde la fiesta donde Sasuke, había contado toda la verdad, entró a la casa ignorando a sus padres y encerrándose en su habitación con la vana esperanza de que dormir podría ayudarlo un poco a aclarar sus sentimientos. No obstante, sus sentimientos eran un verdadero embrollo, una parte de su ser estaba molesta con ese enano, pero otra se volvía loco por regresar a aquel apartamento y pasar toda la noche y lo que pudiera junto a él. Era como tener a dos personas luchando en su interior.
En los días que siguieron, su mano derecha desarrolló un tic nervioso, no podía lograr mantenerla quieta, sus dedos golpeaban la superficie en la que se recargaba seguida de un movimiento en el que su mano se abría y volvía a su posición original. Por esa razón y por los pocos e incluso nulos momentos de calma que lograba en el día, hizo algo que jamás creyó hacer a sólo que se tratara de una verdadera emergencia, pidió vacaciones.
(◠‿・)—☆
- ¿Realmente te enamoraste de él, cierto?
Su madre lo tomó por sorpresa con aquella pregunta, ni siquiera se había dado cuenta de en qué momento había entrado a la habitación en la que él se encontraba, aunque la verdad es que su mamá llevaba cerca de veinte minutos viendo como su hijo miraba detenidamente el paisaje detrás de la ventana.

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𝑴𝒊𝒆𝒏𝒕𝒓𝒂𝒔 𝑫𝒐𝒓𝒎í𝒂𝒔 (𝑰𝒕𝒂𝑺𝒂𝒔𝒐)
Roman pour AdolescentsDespués de rescatar a un joven de caer a las vías del metro, Sasori se hace pasar por su pareja, apenas sabiendo su nombre y logrando engañar a casi todos sus familiares, excepto al hermano de su supuesto novio. Los personajes pertenecen a Masashi K...