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Otra vez, ruidos fuertes salían de la habitación, una más de muchas discusiones, tal vez y la nueva llegada había borrado de su mente en que situación estaba y esto no hacia nada más que recordarle, cual era su lugar. Su deber 

No es suficiente aun así, no hay motivos suficientes que lo animen a tener voz y decir con ella lo que tanto guardó para si mismo, sus temores e inseguridades sobre todo, sobre él, sobre si  de verdad será capaz  de  cumplir con el papel, ¿Era suficiente? No lo creo, él no lo cree, porque el mayor rasgo de su papel de líder es su valentía y ahora se encontraba escuchando la decisión sobre su vida entera, y una vez más, se queda callado sin hacer nada al respecto para protegerse 

— Ya paren por favor —dice finalmente— tan temprano en la mañana... ¿Es que acaso no se cansan? 

Todos voltean a mirarlo, sus  hermanos rogando con la mirada que diga algo más aparte de eso y sus padres, con una mirada seria y firme que no se atreve a confrontar. Esta haciendo lo que ellos quieren ¿No? 

— Rikyo, mi niño, ¿Tu  quieres este compromiso? —pregunta Ronal— Vimos cambios en ti los últimos días ¿No es así? —Dijo mirando a Tonowari—

— ...Eso es cierto, para que mentir —responde su padre que vuelve a sentarse frotando su cien

— ¿Cambie? —preguntó volteando a mirar sus hermanos, quienes con una mirada les dieron la razón a sus padres— Com-

— A lo que queremos llegar es saber si quizás a ti te gusta una señorita aparte de las que ya te propusimos conocer, de este clan o uno vecino. No importa —Interrumpe su madre, algo ansiosa mientras se sienta a su costado con dificultad por su vientre que comenzaba a formarse

— Tal vez y podamos verla, para saber si da la talla —termino por decir su padre antes de esquivar la mirada esperando una respuesta apropiada —

Tal vez esta era la salida que tanto anhelaba, pero ¿Qué pasaría si dice que si? ¿A quien nombrará? si es que a las únicas mujeres que conoce aparte de su hermana o Kiri, son madres de los niños a los cuales enseña o juega 

"¿Alguien me gusta tan siquiera?" pensó para si mismo pero no pudo responderle entre tantas voces que le pedían una respuesta inmediata  

— Rikyo danos una respuesta ya —exclamó su padre antes de tomarlo del brazo

— ¡Déjalo! ¿¡Enserio tiene que decir algo tan privado para que lo dejen en paz?! —grito Reya mientras ponía su mano en el brazo del contrario— Padre, odio estar en estos términos con ustedes pero entiendan por favor, no pueden forzarlo 

— No Tsireya, tu no entiendes que esta decisión no solo lo afectará a él, sino a todo el clan —dijo su madre mientras tomaba con delicadeza su vientre— también al bebé 

— ¿Y eso que tiene que ver aquí? —su hermano interrumpe y comienza a levantarse del suelo— ¿Eso quiere decir que tu y padre tampoco-

— Piensa bien lo que vas a decir, Ao'nung —interrumpe su padre— agáchate y desde abajo termina lo que ibas a decir 

Momentos antes de que su hermano se arrodille con una mirada molesta, Rikyo se levanta y le impide continuar "En serio ya basta" dice en un pequeño susurro antes de mirarlo y pedir que se sienten, ambos a la misma altura 

— Padre, no dudo que busquen a alguien que crean bueno para el clan y para mi —ambos asienten y continua mientras escucha a sus hermanos salir de la habitación, derrotados— Pero tan solo tengo 16, ¿Pueden esperar un poco más? ¿Acaso quieren quitarme ya mi libertad? —dice lo último sin pensar—

—¿Quitarte tu libertad? ¿Enserio Rikyo? pensé que eras más maduro —dice su madre antes de también salir de la habitación

— Cuando tome el cargo del jefe dejaré de vivir por mi y comenzaré a respirar sola y únicamente por y para el clan —responde rápido para que lo escuche antes de irse, soltando ese poco que tiene dentro de si esperando que él escuche también— tan solo pido, un poco más de tiempo, no voy a decepcionarlos . . .  

Cuando No queden Lágrimas Por ContarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora