All I Want //FNAF [Evan Afton x lectora]

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Capitulo editado.

Evan Afton

—¡Déjenme en paz! —gritó con todas las fuerzas que le permitió su garganta, que por cierto, comenzó a doler.

Los sonidos que producían, sus movimientos, sus rostros, sus enormes cuerpos, sus colores, todo de ellos se grababa en su memoria de una forma tan perfecta... Se sabía hasta el más mínimo detalle de ellos.

—¡No sé que quieren, váyanse! —imploró. No quería verlos, eran horribles.

Le visitaban cada noche, se burlaban de él, corrompiendo su mente de la forma más siniestra y cruel posible. Le torturaban sin descanso, durante 6 largas horas.

Estaba solo en eso, nadie le ayudaba, nadie le escuchaba, a nadie le importaba. Solo él. Le querían a él, ellos destruyeron cada parte de su conciencia, tenía miedo de que se llevaran todo lo que quedaba de sí mismo.

—por favor... Solo aléjense, quiero estar tranquilo.

No le gustaba llorar, pero ya era un hábito muy incorporado en él desde hace años, desde que era niño, lloraba tanto que se deshidrataba.

Y no podía parar, sus lágrimas saladas bajaban por sus mejillas para unirse en su mentón, mientas agachaba la cabeza para no ver a la monstruosidad delante de él.

—solo mátame...

—¡Ah! —se levantó de golpe.

Su pecho subía y bajaba tratando de recuperar el aire, estaba sudado hasta los dedos, la transpiración caía por su nuca y frente. Mantenía la mirada en el closet ya que era lo único que tenía al frente.

Revisó la hora, 06:00 a.m.

—¡Evan, dice mamá que te levantes! —escuchó a Elizabeth del otro lado su puerta.

Salió de la cama y se acercó al closet, al abrirlo, como en todas las mañanas, no vio nada extraño, solo estaba su ropa. Suspiró, como odiaba a ese maldito zorro.

Terminó de cambiarse y bajó. Al llegar a la cocina para desayunar se encontró a Elizabeth, ésta al verlo le hizo un gesto de extrañeza y asco.

—¡Ew, Evan! —exclamó— ¡Siempre te levantas con el cabello sudado, es un asco! —hizo un gesto vomitivo— deberías levantarte a las 5 para bañarte antes de irnos, rayos, voy contigo a la escuela, es horroroso. Que vergüenza.

Evan rodó los ojos y pasó una mano por su cabello para acomodarlo, y tratar de secar el sudor que aún seguía allí.

—¡Que diablos pasa contigo! —Elizabeth se volvió a quejar.

La ignoró y se sentó, notando la ausencia de su madre.

—¿Y mamá? —preguntó.

—¿Me necesitas para algo? —apareció en la cocina trayendo una libreta para escribir.

—no, solo quería saber si estabas —contestó.

—es claro que voy a estar Evan, si tu padre se va cada mañana con Emily alguien tiene que quedarse a darles de comer y limpiar la casa —le informó irritada— por cierto, Henry vendrá a cenar hoy.

—¿El tío Henry? —preguntó la niña con emoción.

—¿Conoces a otro Henry, Elizabeth? Si, tu adorado tío va a venir, también traerá a Charly, así que no preguntes —pasó una mano por su perfecto cabello.

Elizabeth sonrió contenta y se puso a comer sin más. William tenía un gran amigo, Henry Emily, eran muy cercanos, el último mencionado venía seguido a la casa, y a veces, ellos iban a la de él.