cap 21 ;

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Hyunwoo conducía con tranquilidad, sonriendo hacia su omega que tenía la cara de felicidad pintada en su rostro.

Estaban volviendo de una pequeña tienda de ropa para bebés recién nacidos, y Kihyun tenía en sus manos un par de pequeños escarpines blancos tan, tan, chiquitos que entraban en su dedo pulgar.

Habían comprado bastante. El omega se enloqueció con los enteritos, pantalones y gorritos. Hyunwoo eligió batitas de varios colores. Eran neutros, verdes y blancos. Con ranitas y tortugas.

Kihyun no quería ropa que tuviera género, y eso le pareció adorable al mayor. También compraron cambiadores, bolsos para llevar todo lo que necesita. El omega miraba con ilusión todo, y le brillaban los ojitos viendo cada prenda, tocando la suavidad con sus dedos, oliendo el aroma a perfume suave.

Parecía que el niño era él y no quién estaba en su vientre y Hyunwoo pensó que era la cosa más hermosa del mundo, ver la emoción a flor de piel en el chico pero se derritió un poco más de amor cuando apoyó los pequeños escarpines en su vientre e hizo que daba pequeños pasos sobre la tela de la ropa, que lo marcaba aún más. Hyunwoo lo tuvo que besar ahí, se lo quería comer entero. El omega era el más sonriente de la tienda, con sus dientes blancos y sus labios cerezas.

Kihyun volvió a llorar cuando vieron la cuna que podría ser para Hyungwon. Compraron una, que iban a llevar directo hasta la casa. También consiguieron pañales, biberones, peines, shampoos y una bañera.

Era realmente hermoso, ver como todo iba tomando más dimensión. Ver el carrito lleno con todo lo que necesitaban, como Kihyun reía y señalaba algo que inmediatamente Hyunwoo lo guardaba.

Kihyun amaba la cara de Hyunwoo, conteniendo las lágrimas con cada cosita nueva que agregaban a la lista.

Hablaban y elegían, y el omega era el ser más feliz y Hyunwoo quería que fuera siempre, siempre así.

Salieron, con las bolsas llenas así como su corazón rebosante de alegría. Cargaron el auto, y fueron a la consulta que tenían pactada para ese día.

Hyunwoo no dijo absolutamente nada del auto que vió que los venía siguiendo.

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"La presión arterial está bien, pero el ritmo cardíaco es un poco alto," murmuró la Dra Kim, hacia Kihyun y Hyunwoo, mirando el monitor que indicaba los niveles. "Necesito que te relajes un poco, Kihyun."

Kihyun asintió, un poco más nervioso por lo dicho.

Estaban en la consulta para decidir bien qué fecha iba a nacer el cachorro. La doctora quería programar la cesárea para dentro de dos semanas, para así asegurarse que llegue a término.

"¿Pero está todo bien?" Murmuró la pregunta él omega, sosteniendo la mano de su alfa, mientras ella tomaba nota de los valores, terminado que la respuesta no sea la esperada.

"Sí, todo lo demás está perfecto, Kihyun," se acomodó las gafas de pasta oscura. "Todavía es pronto para nacer, si entraras en labor en éste momento el bebé nacería un poco prematuro, eso no es bueno," informó. Kihyun tragó saliva. "Estas a ya de treinta y seis semanas, pero aún así lo que necesitamos es que puedas llegar al menos a la treinta y siete. Lo óptimo es entre las treinta y ocho hasta las cuarenta y dos, pero no llegaras a tanto. Es por eso que vamos a agendar para dentro de dos semanas, así nos aseguramos que todo esté bien."

Ambos suspiraron. Todo iba bien por el momento. Kihyun tenía una panza muy grande que sobresalía por debajo de cualquier cosa que se pusiera salvo que fuera alguna de las grandes camperas de su alfa.

ʙᴜʀᴅᴇʟ 「sʜᴏᴡᴋɪ」 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora