Meses pasaron y entonces llegó junio junto a una gran ola de lluvias repentinas.
Al pasar de los meses Sol y Mizuki comenzaron a charlar más frecuentemente y, al mismo tiempo, mizuki seguía viendo algo raro en su habitación, sin embargo, ya no era sólo una mirada, conforme pasaban los días vigilaba más fijamente el lugar y fue notando detalles en la extraña criatura.
Sus ojos eran completamente blancos, podría pensarse que sin pupila parecería una mirada sin sentimientos, pero, cuando ella los veía directamente tenía una sensación de…¿Tristeza? ¿Melancolia?
Siempre estaba sentado en el mismo lugar, con las piernas colocadas en una posición en que tapaba su tronco.
Tenía manos, pero no humanas, parecían más garras oscuras y afiladas, los brazos siempre los colocaba encima de sus rodillas, para después poner su cabeza y seguir mirándome expectante.
No tenía boca, o al menos no podía notarla si es que existía.
Parecía ser muy grande tomando en cuenta el espacio que utilizaba de su habitación a pesar de estar sentado.
Tenía cuernos, no enormes pero tampoco pequeños.
Una noche se encontraba mirándolo cuando de pronto su hermana entró a la habitación y él, sin moverse, desapareció como si nunca hubiera existido…o al menos mientras la luz tocaba ese lugar, después de que celeste cerró la puerta y la oscuridad volvió, él estaba ahí nuevamente.
No le temía, ella también comenzó a vigilarlo en silencio.
Debido al tiempo que tenían interactuando, Sol invitó varias veces a mizuki a salir, pero ésta siempre terminaba negándose puesto que no era fan de estar fuera de casa. Aún así logró que aceptara una salida por un helado, más precisamente de yogurt pues era el favorito de mizuki. Sol se ganó su confianza rápidamente.
Sentada en la banca de un parque, se cuestionó si sería buena idea comentarle a Sol lo que había estado viendo los últimos meses, la tenía justo al lado, sólo debía decirlo pero…las palabras no salían.
"¿Y si piensa que estoy loca?" "¿Dejará de hablarme?" "Tal vez no debería" "Probablemente sólo lo estoy imagina…" - un ligero golpe a su brazo la hizo salir de sus interrogantes, era Sol tratando de llamar su atención.
-¿Estás bien? ¿En qué tanto piensas? - dijo mientras la veía con aquellos lindos ojos gatunos
-A-am, si, estoy bien yo sólo…
-... - Sol guardó silencio prestando total atención a lo que estaba por decir
-Te…¿Te puedo hacer una pregunta?
-¡Claro!, Dime que sucede
-Es sólo que - se detuvo un segundo para cuestionarse "¿Enserio estoy por decírselo?", después prosiguió
- Tú…¿no has visto nunca nada raro en tu habitación durante la noche? Algo que no te dejé dormir tranquilamente
Se mantuvo en silencio un momento, colocó su dedo índice en los labios y después dijo
-Mmmm creo que sí, a todos nos ha sucedido, ¿no?, ¿Tu ves algo?
-Si, no sé lo que sea pero cuando lo veo, siento tristeza por él…y no sé porque
-¡Entonces deberías intentar ser su amiga! Todos necesitamos una amiga cómo tú mizuki - dijo mientras sonreía
Sol realmente no entendía la situación, supuso que era una metáfora de mizuki para poder decir que alguna preocupación no la dejaba dormir, le sugirió dejar de verlo cómo un enemigo y simplemente transformarlo en un amigo.
La respuesta extrañamente calmó la mente de mizuki, ella realmente disfrutaba el tiempo con Sol.
En la noche de ese mismo día, mizuki no sé recostó en la cama, simplemente se quedó sentada mientras se recargaba en una de las cuatro paredes de su habitación, y entonces cuando la oscuridad era la suficiente, él apareció.
Se sintió un poco nerviosa, iba a quedarse callada pero su boca actuó antes que su cerebro
-¿Por qué me observas?
Hubo un silencio abismal entre ambos
-¿No hablas? - dijo mirando en su dirección, después él finalmente reaccionó
-Me…¿Me puedes ver? - su voz no era normal pero tampoco era incomprendible, sólo era extraña de oir
-Si puedes hablar, lo sabía
-Ella…Tú…
-Me gustan tus ojos- dijo mientras recargaba su cuerpo ante la pared
-¿L-los míos? - respondió él con la voz entrecortada
-...si
-Oh, a mi me gusta tu lunar- señaló su mejilla con aquellas enormes garras
-¿Enserio? No es algo que resalte en mi realmente
-Es lindo…
Tocó su mejilla derecha, un lugar cercano al ojo, sabía que su madre tenía uno igual, se sintió avergonzada de pensar que nadie había notado un detalle tan mínimo en ella, sonrió levemente mientras levantaba su cabeza para decir
-Eres interesante - y cruzar la mirada con él esa noche lluviosa.
Cerró sus ojos sólo por un momento y de la nada notó luz, había amanecido.
Se cuestionó lo sucedido "¿Fue sólo un sueño?" "No, yo estoy segura que fue real"
Giró su cabeza y fijó la mirada en aquella esquina de la habitación
-No estoy loca, sé que no lo imaginé…
El resto del día esperó con ansias la noche para poder verlo de nuevo, siguió el mismo patrón que el día anterior, se mantuvo sentada en su cama sin perder la mirada de ese lugar, él no tardó en aparecer nuevamente.
-¡Si! Sabía que no lo había imaginado - dijo emocionada - ¿Tienes nombre?
-Es imposible que puedas verme - su tono de voz parecía más tenebroso que la última vez
-N-no sé cómo, sólo lo hago
-Los humanos no pueden ver a los demonios a menos que estén en su forma terrestre
"¿Q-que acaba de decir?"
-¿Demonios? - estaba aturdida
-Sólo una persona pudo verme y te lo aseguro, no terminó bien
Hubo un corto momento de silencio
-Dos…en todo caso ya somos dos personas las que podemos verte
-¿Y no tienes miedo? - dijo mientras se levantaba, y cómo ella lo imaginó era enorme, tanto que tenía que agacharse para no romper el techo. Se acercó amenazante a ella, habían mantenido contacto verbal antes pero no tenía boca, sin embargo mientras se acercaba a ella comenzó a aparecer una y con ella una lengua que se paseaba por encima de los colmillos que la habitaban.
Mentiría si digo que no se estremeció al ver eso, sin embargo no temía por su vida.
-Si quisieras asesinarme ya lo habrías hecho
Las palabras retumbaron tanto en aquel ser que se detuvo, disminuyó su tamaño y volvió a la esquina
-¿Porqué? ¿Porqué tú? - mientras se cubría con ambas manos desesperadamente -Todo ésto es estúpido Ak…- se detuvo antes de continuar
-...¿Porque siempre pareces estar triste?
Los ojos de aquel ente se abrieron para mirarla directamente
-Suficiente - dijo
Abrió los ojos, de nuevo había amanecido.
Después de aquello comprendió que sólo habían dos opciones, todo lo que había vivido era real y un demonio la observaba durante la noche…o definitivamente se estaba quedando completamente loca.
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En la oscuridad de mi habitación.
RomanceHemos escuchado todo tipo de historias de amor, el amor es algo espontáneo y muchas veces se nos ha recalcado que "tu no eliges de quien enamorarte", pero qué pasaría si "Alguien comienza a enamorarse de la muerte..."