CAPÍTULO 7

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Aquella gota bajaba por su muñeca dejando un camino rojizo detrás suyo, ella, extrañada se sentó mientras pensaba "¿Cómo fue eso posible?" antes de que él cortara el silencio en la oscuridad que los rodeaba.

-Comprende lo que intento decirte, sólo ignora mi presencia
-Es imposible - exclamó - nadie podría dormir tranquilamente al saber que algo la observa toda la noche
-Eres más rara que los demás, sé que podrás
-¿Crees que me rendiré y ya?
-Es lo mejor para ambos
-Para ambos no, sólo para ti, por favor responde mis preguntas
-Me niego, no pienso ser amigo de una niña extraña cómo tú
-Si hablamos sobre ser raros tú ni siquiera eres humano, así que calla y responde

Él la miró desafiante, ¿Cómo era capaz una simple humana de no temerle a algo como él?
Estaba a punto de responder cuando un rayo de luz se disparó dentro de la habitación, la puerta se abrió

-¿Mizu?

Escondió la muñeca detrás suyo, rápidamente se acomodó intentando lograr una posición ¿Natural? y respondió

-Si dime, ¿que pasó?
-¿Eras tú la que estaba hablando?
-E-estaba… Cantando
-...- para celeste fue imposible retener la risa que la respuesta le causó - ¿Bien? Pero mejor canta mañana, hoy ya es tarde - dijo mientras seguía riendo para después cerrar la puerta.

-Tú, estúpido lo que seas, ve lo que ocasionas

Apenas terminó la frase, aquel ser volvió al lugar habitual.

-¿Qué clase de respuesta fue esa?
-¿Cómo desapareces tan rápido? - reclamó mientras revisaba su herida nuevamente
-Hay tantas cosas que cómo humana no sabes y nunca comprenderás
-Yo…

Giró su cabeza para mirarlo directamente pero, la luz inundaba la habitación, era de día nuevamente.
"Ni siquiera cerré los ojos, ¿Cómo es eso posible?"
Se sentía cansada, no había dormido nada.

3 de junio del 2021

"Supongo que éste lugar es seguro.
Ayer tuve un acercamiento con el ser extraño de mi habitación, ya lo había visto antes pero no tenía ninguna información sobre él.
Ahora sé que cuando me toca directamente, aquello me causa una herida.

-Hay tantas cosas que cómo humana no sabes y nunca comprenderás -

Fue lo que él dijo anoche, me gustaría averiguar a qué cosas se refiere.

Intentaré hablarle ésta noche también."

Sostenía el celular con ambas manos mientras hacía aquellas anotaciones. En la muñeca izquierda se encontraban dos curitas tapando la herida que le ocasionó la noche anterior.

De pronto, una notificación llegó.

-MIZUUUUUUU

Mizuki sabía perfectamente que no era una emergencia, Sol solía escribir así cuando estaba aburrida o emocionada

-¿Qué pasa Sol?
-¿Salimos hoy?
-¿De pronto te entraron las ganas de verme?
-Yo siempre quiero verte, me gusta estar alrededor tuyo
-No tengo ganas de salir - dudó antes de escribir el resto, aún así prosiguió - pero puedes venir a mi casa si gustas

Eso era muy importante para ella, ningún amigo suyo había estado en su casa antes

-¡¿Enserio?! SIIIIII, pásame la ubicación

No pasaron ni dos horas cuando Sol ya se encontraba en casa de Mizuki.

-Que lindo es tu cuarto
-Gracias, decorarlo sirve cómo terapia
-Oh, cierto casi lo olvidaba, cómo ayer no pude verte te traje algo

Metió la mano a su bolsa y sacó una linda pulsera.
Era de perlas mate completamente negras, pero en el centro se encontraba una pequeña luna plateada la cual resaltaba.

-Es…está muy bonita, muchas gracias Sol.

Su rostro y voz representaban poco a comparación de lo que aquel presente le había hecho sentir, podría decirse que literalmente la dejó sin palabras.

Mizuki se echó sobre la cama boca arriba mientras se colocaba la pulsera, por consiguiente, Sol hizo lo mismo.

Levantó el brazo, se encontraba admirando su muñeca derecha la cual estaba decorada con la linda pulsera

-Supongo que la luna es por…

De pronto la muñeca de Sol se colocó junto a la suya, en ella se podía notar una pulsera de perlas plateadas y en el centro un sol de color negro, las pulseras juntas hacían juego.

-Si la luna fuera una persona, definitivamente serías tú, son igual de bonitas

Mizuki giró la cabeza instintivamente hacia Sol y ésta no hizo nada más que sonreír

-E-entonces tú serías el Sol
-Si, estoy dispuesta a ser tu Sol - dijo entre risas, mizuki le devolvió la sonrisa

De un momento a otro Sol quitó la mirada

-¿Qué te pasó en la muñeca?
-¿Eh?
-Tienes curitas en la muñeca, ¿Qué te pasó?
-Oh, ¿Eso? No es nada, un pequeño accidente con un alambre suelto

Pero, ¿Cómo era posible que ella lo notara? ni siquiera su familia lo había hecho.

Aquella interrogante se mantuvo en la cabeza de Mizuki el resto del día.

En la oscuridad de mi habitación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora