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Los pasos alejándose de

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Los pasos alejándose de... dos personas eran nuestra señal para salir de aquel pequeño lugar.

— La gran alfa está cerca. —dije al notar su olor cerca.

— Concéntrate. —me dijo mi hermana. ¿Cómo "concéntrate"? Ya estaba rastreando a la gran alfa.— Recuerda somos feroces, salvajes...

— ¡Hombres lobo! —completó Wynter.

— Así es, Wynter. —le dijo con orgullo.

— Nada nos asusta.

— Excepto la plata. —dije yo.

— Ah, sí. La plata...

— Y garrapatas. —esas eran un martirio.

— Y la rabia.

¿Ese olor...? ¡Concéntrate, Wyatt!

— Vamos, en silencio. Podremos entrar y salir antes de que lo noten. —en el momento en que terminé de decir eso, alguien gritó.

Plata. Lo primero que digo, y lo primero que tocan.

Se pasaron el trofeo de mano a mano, por accidente, hasta que llegaron a Wynter.

— ¡Ah! ¡Plata! ¡Ah! ¡Me duele! Yo puedo con esto... —trató de sostenerlo, pero claro que no podría mantenerlo por mucho tiempo.— ¡No, no puedo!

Wynter no aguantó más, y soltó el trofeo. Antes de que cayera al piso, lo sujeté por la base de madera. ¿Por qué nadie lo detuvo de esa forma?

— Buena atrapada. Vámonos. —dijo mi hermana. Los lobos la siguieron, mientras actuaban como si nada. Yo solo... dejé el trofeo y los seguí. Eso había arruinado nuestra entrada sigilosa.

Todos seguimos el olor de la chica, hasta un... salón de juntas, creo. Bueno, todos estaban ahí. Eso explicaba por qué el resto del lugar estaba vacío.

— Debe estar aquí. —susurré.— Tenemos que esperar y...

— Hay que entrar. —dijo mientras abría la puerta.

— Es lo último que... —ignorado, de nuevo. Esto podía salir muy mal. ¿Por qué nadie podía estar a favor de acercarnos sigilosamente a ella?

— No. ¿Por qué querría...? ¡Hombres lobo! —gritó un zombie, en el mismo instante en que Willa abría la puerta.

Todos se giraron y el caos comenzó cuando nos vieron. Trataron de salir corriendo, pero les estábamos bloqueando la salida, así que... estaban tratando de mantenerse del otro lado del lugar, y entre tantas personas había un cabello blanco que resaltaba mucho.

— ¡Ahí está! —gritó Willa, para que nos acercáramos.

— ¡Equipo de football, defensa! ¡Z‐24, derecha! ¡Listos, camarones! —gritó el mismo zombie, haciendo que todos los chicos de... chaquetas azules se pararan frente a los demás, como una especie de escudo humano.

Wolves - Wyatt y tú - Zombies 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora