La llegada de los lobos a Seabrook cambiará todo para los humanos y zombies.
Pero... también habrán cambios, para uno de esos seres feroces y salvajes.
NOTA: Digamos que está terminada por ahora. En caso de que mi cerebro me de algo para abarcar la...
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Ella dudó un poco, pero al final me siguió. Bueno, en realidad dejó que la guiara. Ambos nos alejamos de la cafetería y, por ende, de sus amigos.
— ¿A dónde se supone que vamos? —me preguntó mientras seguíamos alejándonos.
— ¿Tienes alguna sugerencia de un lugar en que no nos encuentren?
— ¿Se supone que tengo que decirte? —dijo con tono divertido.— No te daré camino libre para...
— Oh, créeme. Si quisiera hacerte algo, ya lo habría hecho. —repetí en el mismo tono. Ella dejo salir una leve risa, antes de obligarme a parar.
— Por aquí. —comenzó a caminar hacia el lado contrario al que yo iba. Ahora íbamos con dirección a la biblioteca.
— ¿Aquí? ¿En serio? —dije mientras entrábamos.— ¿Acaso...?
— No, no somos como los animadores y deportistas de las películas. Los pasillos son buenos para esconderse, y aquí hay demasiados. —dijo mientras nos llevaba entre todos esos libros.
— Iba a decir que sí estaba prohibido entrar a este lugar a esta hora, pero lo tuyo suena más interesante. ¿Cómo se supone que son? —dije con curiosidad. Mi conocimiento de los humanos era bastante limitado y... sí, los lobos teníamos un estereotipo para los humanos, pero jamás oí algo específico sobre animadores y deportistas.
— Eh... caras bonitas, poco cerebro.
— Bueno, al menos cumples con lo de cara bonita. Eres un lindo conejito... ya no tan asustado. —no tardó mucho en golpear mi brazo... con nuestras manos unidas. No me había percatado de eso hasta el momento en mi mano, la cual sostenía su mano, impactó contra mi brazo.
— Lo siento. —dijo antes de soltar mi mano. Estaba nerviosa y eso la hacía ver más adorable. Yo solo le sonreí, para que se relajara.
— Entonces, —me giré a mirar esos pasillos llenos de libros.— ¿cada cuanto actualizan la información de aquí?
— No... estoy segura. Todo lo que hay aquí es asunto escolar. Si mal lo recuerdo, hay alguna información de ustedes. ¿Por qué la pregunta? ¿Te interesa la lectura?
— Curiosidad. Creo que ya leí todo lo que tienen sobre nosotros... a menos que haya algo nuevo que puedas decirme.
— Depende. ¿Ya viste lo de "bestias salvajes con afiladas garras del bosque"? —su pregunta vino acompañada con una ligera imitación de... un movimiento que los lobos estuvieron usando desde que llegamos: levantar las manos para mostrar nuestras garras en ataque.
— Fue lo primero que mencionaron. ¿Eso es todo lo que tienen? —dije con diversión. La forma en la que lo dijo me pareció... tierna.
— No lo sé. Es lo que recuerdo de los libros de historia. Nunca mencionaron nada de su... pasión por hacer malas bromas o su increíble ego.
