Capitulo 4

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Era de noche, por fin había llegado a donde se enviaban las cartas , un buzón en el que muchas personas podrían poner sus cartas, otra pista que lo dejo estancado, el lugar no era muy conocido y aunque hubiera sido de dia hace años que no veia a Petunia, ni siquiera sabia la apariencia de su tal esposo, estaba desesperado, no conocía la ubicación exacta de los Dursley aún con saber que estaban en un pueblo lejos de todos, no sabía si pedir ayuda a las muggles que llevaban ropa provocativa fuera lo más apropiado....pero al diablo con lo apropiado! ya habia entrado ilegalmente a la mente de una muggle, mencionarlo ni siquiera es algo ilegal,tampoco le importaba que pensaran mal de el, no lo volverían a ver en su vida.

— Disculpen, lamento interumpirlas  —habló con seriedad, acercándose a las muggles— me gustaría saber si conocen a la familia dursley.

Inmediatamente vio como se miraban desconcertadas no sabían ni siquiera disimular ni un poco su sorpresa ante el apellido , lo analizaron un poco con la mirada para despues una de ellas hablar.

—¿Eres un familiar o algo asi de ellos? V-Ellos nunca han mencionado tener más familiares ....

—Eso es algo que no les concierne en lo absoluto, señoritas.

Cambio rapidamente a un tono de voz mucho más amenazante, ambas dieron un paso hacia atras por simple instinto, algo avergonzada la mujer comento con cautela.

—Solo tenia curiosidad , esa familia nunca a recibido visitas de nadie y eso que ya llevan años aquí.

—No hay problema pero desearía que no se metieran en unos asuntos tan serios, entonces, podrían decirme en donde viven exactamente.

Mordiendose un poco el labio para pensar ella decidió decirle la verdad y con un par de indicaciones dichas por las dos mujeres Severus agradeció y emprendio su camino hacia el hogar que estaba mucho más lejos de las demás casas del pueblo. Conforme avanzaba más y  más, los arboles,cubrian la luz de la luna, tenia que tener su vista muy atenta al suelo porque podria tropezarse con tantas ramas y pozos, pensó con disgusto que las mujeres pudieran haberlo engañado pero todavia no estaba seguro de eso el camino era casi igual que caminar por el bosque prohibido sin ninguna varita que te acompañara.Pasaron los minutos hasta que encontro la casa, era de madera, parecía estar hecha por un niño de 5 años, pero aun asi podia ver que habían personas habitando el lugar por la luz que provenía de las ventanas, tocó la puerta unas tres veces....nada....volvio a tocar.....sin respuesta....una vez más, la puerta se abrió por una mujer de cabello rubio que solto un grito de sorpresa al verlo.

—Severus!!! ¿que haces aqui?!

—Puedo pasar...Petunia

La mujer retrocedió, Severus entro inspeccionando la casa, estaba incluso peor que la de privet drive, cerrando la puerta ella intentaba hablar sin embargo solo lograba balbucear palabras, pero fue interrumpida abruptamente por el pocionista apuntandole con la varita.

— No  vengo a visitarte a ti Petunia.

La mujer estaba sin habla, en sus ojos se podia ver lo aterrada que estaba no fue hasta que el hombre levanto la varita enfrente de ella logro emitir un pequeño grito para despues preguntar.

—E-espera, cómo nos encontraste?!

—Fuí a tu casa....donde esta tu esposo e hijo?

—S-se fueron, en la mañana regresan —respondio con miedo

—¿Y harry?

—...en el sotano —contesto otra vez, pues de nada servia mentirle al hombre que de seguro sabía del maltrato hacía su sobrino.

—tanto rencor le tienes a tu hermana que estas haciendo sufrir a su hijo?  esperaba mucho más de ti Tuney, que pensaría de ti Lily ante tus acciones, tus padres, la gente de tu alrededor, me pregunto cuan decepcionados estaran.

Un Niño NormalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora