CAPITULO 13

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¡Oh, mierda!, mi estómago me estaba matando. Ya era la tercera vez que iba al baño a evacuar, y ya no sabía por dónde había salido la última vez.

Vómitos, diarrea, un dolor insoportable de vientre, muchas ganas de hacerme un ovillo y gemir como un cachorrito sin su mamá. Cuando miré mi cara en el espejo del aseo, la imagen me desmoralizó aún más. Más que pena daba miedo.

―Tienes que irte a casa, mi amor. ―Los brazos de Taeyong me acompañaron fuera del baño, arrastrado mi débil cuerpo.

―No puedo dejarte solo.

―Prefiero eso a arriesgarme a que contagies a los pequeños con ese virus que tienes encima.

―Lo siento. Es verdad.

―Lo llevaré a casa. ―Sentí el cambio de brazo sobre mis hombros, y la fuerza de Jeno sosteniéndome. No pude evitar gemir cuando caminamos hacia la salida.

―Tienes que ir al hospital.

―No hace falta, ya sé lo que necesito. Soy enfermero, ¿recuerdas?

―Pues ahora te toca ser la paciente, así que no discutas. Tiene que verte un médico.

El chico era testarudo, pero me gustó ser el que recibiera los cuidados por una vez. Me acompañó al médico de guardia y se quedó conmigo mientras me administraban un calmante y me hidrataban. Y después me recogió y me subió en brazos al asiento del acompañante.

―No puedes quedarte solo en casa.

―Lo sé. ―Saqué el teléfono de mi bolso e hice la llamada.

―¿Abuela? Soy Jaemin. Necesito tus mimos.

Escuché la risa de Jeno al tiempo que Rosé me respondía. Le expliqué lo que me ocurría y me hizo pasarle a Jeno para darle su dirección.

El chico estaba preparado, tenía GPS en el móvil y navegador.

―Tenemos que parar en una farmacia para comprar la medicación.

―No hace falta, tengo en casa. Hacemos una paradita rápida allí y luego me acercas a casa de mi abuelita, ¿vale?

―Sabes que con esos ojillos es imposible decirte que no, ¿verdad?

―¿Ojillos?

―Te brillan.

―¡Oh!, será la fiebre.

―Será.

Paramos frente a mi casa y subí por la medicación que tenía en mi bien provisto botiquín.

Cuando me dirigí al baño, escuché gemidos y golpeteos contra la pared provenientes de la habitación de Haechan, y ya sabía lo que eso significaba. Que había aprovechado un momento de libertad para atender al "noviete" que tuviese en ese momento y darse un homenaje al cuerpo. A fin de cuentas, por muy novio postizo que fuese mi Mark, él no podía darle esa parte.

Así que, con sigilo, aunque no creo que me hubiesen oído, entré en el baño, cogí lo que necesitaba del botiquín y salí de allí. Al girar hacia la puerta, me encontré con lo que no me esperaba. Desnudo como vino al mundo y con toda la pinta de acabar de echar un polvo salvaje, Mark estaba parado frente a la entrada del baño.

―Jaemin, ¡mierda!

Las cajas de medicación cayeron a mis pies, me agaché a por ellas, apartando la mirada del flácido pene de Mark. Cuando me levanté con ellas en las manos, vi el trasero de Mark desaparecer en la habitación de Haechan, mientras él estaba parado en la puerta, metiendo un brazo por la camisa de Mark, la camisa que yo le había regalado por su cumpleaños.

―Oh, Jaemin, ¡Dios mío! Yo...

Sé que fue la mirada asesina que le lancé en ese momento lo que le hizo comerse las palabras que iba a decir, o tal vez el comprender que no iban a servir de nada. ¿Qué iba a decir?, ¿"no es lo que parece"? Evidentemente era lo que parecía, que aquellos dos acababan de revolcarse delante de mis narices. Giré hacia la salida, donde me topé con la mirada confundida de un preocupado Jeno. No me detuve a decir nada, solo escuché la voz de Mark detrás de mí, pero yo ya estaba saliendo del edificio.

No necesitaba quedarme a escuchar sus explicaciones, estaba bien claro lo que había ocurrido. Incluso mi cabeza febril podía entenderlo. MI NOVIO HABÍA FOLLADO CON MI MEJOR AMIGO.

Traidores, los dos. Porque no podía culpar solo a uno, dos no fo... si uno no quiere, porque a eso se le llama violación y estaba claro que allí había existido el consentimiento de los dos.

Me senté en el asiento del SUV y esperé a que Jeno llegara para sacarme de allí. Porque mi cuerpo y mi alma tenían un límite y aquel día estaba predestinado a llevarme al límite de ambos.

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დ 𝐋𝐞𝐧𝐝 𝐦𝐞 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐛𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝 დ | ᴺᴼᴹᴵᴺDonde viven las historias. Descúbrelo ahora