დ 𝐋𝐞𝐧𝐝 𝐦𝐞 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐛𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝 დ | ᴺᴼᴹᴵᴺ

CAPITULO 17

Pov Jeno

Entrar en el apartamento no fue extraño, pero sí hacerlo en la habitación de Jaemin. No necesitaba preguntar cuál era, aparte de que no había nadie a quien hacerlo. Su cuarto estaba ordenado, la cama hecha y el armario no estaba abarrotado de ropa de diseñador. Sus uniformes estaban bien doblados en una balda a media altura, imposible de no verlos. Busqué en el armario y encontré una maleta y una bolsa de viaje. Abrí la primera sobre la cama y comencé a meter los uniformes, un par de pijamas y algo de ropa. Quizás estuve más tiempo de lo debido mirando dentro del cajón de la ropa interior. Acabé vaciando todo el cajón. Cuando la llené, pasé al baño con la bolsa de viaje. No pude evitar comparar las dos zonas del baño: la de Haechan y Jaemin. Era fácil saber cuál era la de Haechan, había marcas demasiado caras y demasiados botes. Incluso tenía toda una balda exclusivamente de perfumes. Jaemin solo tenía dos, uno fresco y otro más intenso.

Cuando terminé de llenar la bolsa, me giré para salir del baño y me topé con un dolido Haechan.

―Te ha mandado a por sus cosas.

―Volveremos otro día para recoger el resto.

―Mark tenía razón, entonces.

―¿A qué te refieres?

―Decía que perseguías a su chico.

―No voy a negar que me gusta, pero desistí de intentar algo cuando me enteré de que tenía novio.

―Eso no es lo que parece.

―Ahora solo soy el amigo que necesita, nada más.

―Si tú lo dices.

―Lo digo porque es verdad. Nunca he necesitado mentir a nadie. No tengo segundas intenciones, si es lo que piensas.

―Sabes, me da igual lo que tú hagas y lo que Jaemin haga. Los dos podéis iros al infierno.

Pero... ¿a qué venía aquella pataleta? Haechan era el menos indicado para sentirse ofendido.

―Vendré en unos días por...

―Sí, ya lo has dicho. Puedes venir por ello cuando quieras. Es más, mañana mismo lo tendré todo preparado para que te lo lleves.

Haechan dio un portazo cuando entró en su cuarto. Algo me decía que, al igual que cuando éramos adolescentes, iba a correr a contarle a su mami lo que había pasado. Y si algo había aprendido, era a hablar las cosas con mi familia.

Cargué las cosas en el coche y, antes de arrancar marqué el teléfono de mi padre.

―Hola, Jeno.

―Papá, tengo algo que decirte.

―Te escucho.

―Verás, Jaemin va a venir a vivir una temporada a mi casa.

―¡Wow!, hijo, tú sí que te mueves rápido. Aunque, conociendo al muchacho, no puedo reprochártelo.

―No es lo que parece, papá.

―¿Qué quieres decir?

―Será mejor que te sientes.

―Me estás asustando.

―Haechan y Mark no son novios en realidad, solo lo fingían, el porqué, no tengo ni idea, pero si Haechan está metido en ello...

―No sigas, lo conozco y puedo imaginármelo.

―Bueno, el asunto es que Mark es el novio de Jaemin, o lo era, no sé exactamente cómo está la cosa ahora, si te soy sincero.

―Sigue.

―El caso es que el sábado Jaemin no se encontraba bien, pasamos por su casa antes de lo previsto, y... sorprendió a Mark y Haechan, juntos.

―Bueno, no me sorprende que Haechan aprovechara para besuquearse con el chico. Siempre ha sido "muy ligero de cascos".

―No papá, los sorprendió teniendo sexo.

―¡Joder!

―Sí, eso pensé yo. Bueno, el resultado es que va a dejar el apartamento, y le he ofrecido mi habitación libre mientras lo necesite.

―Eres un buen tipo, hijo.

―Ya, te lo digo porque no sé qué cuento irá soltando Haechan a su madre, y quiero que estés preparado.

―Bien. Porque conociéndolo, seguro que olvidaría comentar algunas cosas importantes, y torcer el resto hasta hacerlo encajar en su zapato.

―Ahora estoy saliendo de casa de Haechan. He recogido algunas cosas de Jaemin, pero volveremos otro día a por el resto.

―Cuenta conmigo si lo necesitas.

―Lo tendré en cuenta. Bueno, me voy. He de buscar a Jaemin en el trabajo.

―Cuida de él, Jeno. Es un buen chico.

―Lo sé, papá.

Arranqué el coche y me acerqué a comprar algo de comida preparada para cenar. No iba a permitir que Jaemin cocinara, y mucho menos lo envenenaría con mis artes culinarias. Una cosa era hacer un desayuno o un sándwich para mí y otra muy distinta darle de comer a Jaemin. El merecía una cena con cubiertos y un rico postre.

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