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ROCIO Y ANTONELA estaban sentadas en el palco junto con sus hijos, ambas tomaban mate mientras esperaban a que comience el partido. La castaña y Santi traían nuevamente la camiseta de Emiliano, mientras que Pilar esta vez tenia puesta la camiseta número siete de Rodrigo De Paul, y Alexia tenía la número 10 de Messi.
Los niños estaban sentados juntos, esperando impacientes a que empiece el partido. Los bebés estaban en la falda de Rocío, jugando con el pelo de la mujer.
Los jugadores ya entraron en la cancha, por lo que todos se levantaron para cantar el himno. Luego los chicos se colocaron en sus respectivas posiciones, y entonces el silbato sonó, dando por iniciado el partido.
Rocío se levantó de su asiento con rapidez, dejando que Antonela agarre a los bebés. Los minutos pasaban y la castaña veía todo expectante, mientras caminaba de un lado a otro.
Rocío empezó a morderse las uñas con nervios, habían cobrado un tiro libre para México y eso la alteró más. Aunque todo se esfumó cuando Emiliano saltó y atajó la pelota con facilidad, haciendo que tanto ella como sus hijas festejen.
— ¡SI! ¡BIEN, MI AMOR! —Gritó Rocío.
— ¡BIEN, EMI! —.
Los minutos seguían pasando y ahora la mujer junto con las dos niñas estaban de pie, las tres veían con atención los movimientos de todos. Hasta que vieron a Di María agarrar la pelota y dar un pase hacia Messi.
— ¡Dale, Leo! —Gritó.
— ¡Es tuya, tío! —Gritó Pilar.
Leo se acomoda y patea la pelota al arco, convirtiéndolo en un gol. Todos los Argentinos comenzaron a enloquecer, al igual que las Messi's.
