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ROCÍO, ANTONELA Y LOS CHICOS se encontraban reunidos tomando mate, pues Scaloni les dio el día de descanso a los de la selección. Por eso ahora los adultos conversaban tranquilamente, mientras que los niños jugaban a unos metros de ellos.
— Che, ¿dónde está Paulo? —Preguntó Rocío al no verlo— Es el único que falta acá.
— No sé, estaba con nosotros y dijo que tenia que salir a hacer no sé que cosa —Dijo Leo.
— Mira, justo ahí viene —Señaló Julián.
Todos voltearon a ver, viendo que efectivamente Álvarez tenia razón. Paulo se acercaba a ellos con una sonrisa, mientras tenía su mano entrelazada con la de una chica castaña.
Rocío se levantó del suelo con ayuda de Emiliano, para después acercarse a la pareja junto con los demás.
— ¿Dónde estabas vos? —Preguntó.
— Fui a buscar a alguien —Sonrió— Mira, te quería presentar a Mariana Sabatini.
— Hola —Saludó nerviosa.
— Hola, linda —Sonrió Rocío— Yo soy Rocío, pero vos me podes decir "Rochi"
— Si, ya se quién sos —Las mejillas de la castaña se enrojecieron— Vi la serie en la que saliste y la telenovela también.
— Ay, ¿en serio? —Preguntó— Yo también vi la serie en la que saliste, y la película también. Actúas muy bien, he.
Mariana rascó su nariz nerviosa y sonrió vergonzosamente, haciendo que Rocío sonría enternecida.
— Ay, que tierna que sos —Murmuró— ¿La podemos adoptar, gordo?
La mujer miró a su pareja e hizo un puchero, haciendo que Martinez suelte un suspiro pasado.
