Capítulo 3: Un encuentro con alguien especial - Parte 1

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—¡UAHH! Qué buen sueño tuve. Me siento como nuevo, a saber cuántas horas he dormido, le  preguntaré a Jotaro —dijo Pou.

Jotaro no estaba en el hotel, no tuvo más remedio que desprenderse de la cama de esencia masculina de Jotaro  y fue a ver qué hora era.

—Ya son las 5 de la tarde, normal que Jota no esté —bostezó Pou. 

Al lado estaba la radio, aunque no le gustaba las emisoras, podría al menos saber el día.

3 de abril de 1999. 

—«Bueno han sido tan solo dos días, me ha pegado demasiado fuerte el tío, aún siento el dolor, aaaa. ¿Qué estará haciendo ahora?»

Hoy era un sábado, quizás esté con el pre-sayaijin gris y el pelozapato. 

—«Meh, tal vez debería volver a la cama» 

Por si acaso,  fue a la guía de teléfonos para buscar el número de Jotaro que... bueno no estaba, tenía sentido de porqué carajos Jotaro viviría en un hotel y no en una casa. Así que decidió llamar a Josuke y si él no estaba, pues a por Koichi. Buscó en la guía de teléfono a Josuke, y pulsó los botones del teléfono.

De inmediato, el teléfono empezó tanto a sonar como vibrar y se escuchó una voz desde el otro extremo:

—Aquí, residencia Higashikata, ¿qué ocurre?

Era una voz masculina, no tan grave como papi Jotaro pero con el tono, se sabía que era amable, una voz tan tierna debería pertenecer a alguien cariñoso y fornido

—¿Hola?

—A-ah sí, hola Josuke, quisiera saber si Jotaro está contigo.

—Esa voz... ¿Pou?

—¡Exactamente!

—Bueno, Jotaro sí está conmigo, pero...

—¡¡ENTONCES JOTARO SÍ ESTÁ CONTIGO, PÁSAMELO AHORA MISMO, LE NECESITO AHORA MISMO Y SOBRE TODO NO LE DIGAS QUE SOY YO!!

—Vale, vale pero no tenías que gritar tanto, que ahora me duele el oído.

Josuke se asomó al salón y ahí estaba Jotaro, observando por la ventana con ese aire misterioso.

—Jotaro, hay alguien que quiere llamarte —dijo Josuke.

—¿Hm? ¿Quién podría ser? —contestó Jotaro acercándose a la cocina.

—¿Hola? Al habla Kujo Jotaro.

—¡Jotaro, te he echado mucho de menos! ¿Dónde estabas? —dijo Pou entusiasmado.

—De todas las personas del mundo tenías que ser tú —contestó Jotaro frotándose los ojos y respondiendo repulsivamente .

—¿Por qué Jotaro? ¿Me echabas de menos? —preguntó Pou de forma coqueta.

—Ni de lejos.

—¿Cuánto tiempo estuviste en la casa de Josuke?

—Llegué a casa de Josuke ayer por la mañana y luego volví al hotel y hoy he vuelto otra vez a las doce, sí que te tomaste tiempo en tu "siestecita" como a ti te gusta llamarlo.

—Ey, necesitaba recuperarme de las ostias que me distes.

—Lo primero, me estabas sacando de quicio. Lo segundo, ¿qué obsesión tienes conmigo?

—Jaja, eso no lo puedes saber —intentando animar la conversación.

—No estoy de humor, ¿sabes? —cortó en seco.

Pou en MoriohDonde viven las historias. Descúbrelo ahora