Capítulo 13: Una nueva amenaza

62 6 3
                                    

Ha pasado un día desde los sucesos del capítulo anterior, Josuke, Okuyasu y Koichi habían vuelto al colegio y habían retomado sus actividad rutinarias. Jotaro estaba en el hotel junto a su abuelo y a su nueva "tía", por así decirlo, Shizuka Joestar. Y Pou... bueno, Pou estaba haciendo de las suyas para conquistar el corazón de Jotaro.

—Pou, ¿te puedes callar de una vez? Ya te dije que estoy casado —ordenó Jotaro, que tenía que hacer callar a Pou todo los días.

—¡Eso no me importa! Haré lo que sea para que caigas rendido de amor ante mis pies! —habló Pou.

—Además, también tengo una hija —afirmó Jotaro.

—¿Ya tienes una hija? ¿Cuántos años tiene? ¿Cómo se llama? —preguntó con curiosidad Pou.

—Se llama Jolyne, tiene 4 años —contestó Pou.

—¡Qué nombre tan bonito! —le alabó Pou y susurró: —Ojalá hubiese sido yo la madre.

—Te he escuchado.

—¡¿Eh?! Esto... ¡estabas alucinando! ¡No dije nada! —chilló Pou.

Jotaro tomó aire y suspiró fuertemente, esto le recordaba a cuando era un adolescente y tenía locas a todas las chicas, incluso ahora mismo con algunas, y Pou estaba recordándole esos traumas de su pasado.

Jotaro miró hacia a su abuelo para ignorar a Pou, pues sabía que no conseguiría nada, solo se irritaría más de lo que ya estaba.

—Oye Jotaro, voy a salir a dar un paseo con Shizuka.

—Ten cuidado viejo.

—No te preocupes, Morioh no es muy peligroso incluso para alguien de mi edad —le aseguró Joseph.

Y se marchó con Shizuka, dejando a la parejita a solas.

—Ya se fue tu abuelo, sabes qué significa eso, ¿a que sí? —le dijo.

—Pou, cállete de una puta vez —le soltó Jotaro.

—¡SEXOOOOOOOOOOOOOOOOO!—gritó Pou, abalanzándose sobre Jotaro.

—¡Ora!

Star Platinum atrapó a Pou antes de que cayese encima de Jotaro.

—Esto me trae recuerdos de cuando era joven, mejor me voy a dar un paseo. Dios, quién sabrá lo que me hará Pou si sigo aquí —suspiró Jotaro.

—Vale, yo también iré —dijo Pou.

—No, tú te quedas aquí, duérmete un ratito —contestó Pou.

Antes de que Pou respondiera, Jotaro cerró la puerta y luego le puso un candado para evitar que Pou salga, pero sintió una pequeña presión en su hombro y vio que Pou estaba allí, mirándolo.

—¿Cómo llegastes hasta aquí? —preguntó asombrado Jotaro.

—Nunca me separaría de ti si no fuera porque estoy durmiendo.

—Ya que estás aquí, mejor te llevo a dar un paseo por Morioh —suspiró cansado Jotaro.

—¡Vamos! ¡Conseguí que Jotaro me sacase a pasear! —gritó alegrado.

—No eres un perro, Pou.

—Podría serlo, ¡ay! 

Star Platinum le azotó en la cabeza para que se callara.

—Si lo dices otra vez, no podrás salir a fuera por un tiempo —amenazó Jotaro.

—Vale, ya me callo.

Al otro lado de Morioh, Koichi se paseaba por la ciudad, nada extraño sucedía, era como si no hubiese mas asesinos sueltos en Morioh que tenían que luchar, hasta que su tranquilidad fue interrumpida por alguien que le llamó por detrás. 

Pou en MoriohDonde viven las historias. Descúbrelo ahora