Nunca imaginó encontrarse yendo todos los días a aquel restaurante simplemente por querer volver a ver aquellos profundos ojos negros que parecían ver a través de su alma.
'Le Select' se había convertido en su restaurante preferido desde que entró p...
Unos ojos negros le miraban profundamente, perforando su mente, su corazón y alma, pronto se encontró acariciando aquel torso, lento y despacio, sintiendo el cuerpo que tenía bajo la yema de los suaves dedos de sus manos.
- Mírame- el castaño subió la mirada, obediente ante la petición del más alto, quien lo tomó de la barbilla y le acarició levemente, detalló su rostro de cerca, grabándose aquellas perfectas facciones que poseía, un destello iluminó sus ojos, acarició su mejilla y se acercó un poco más, quedando aún más cerca de sus labios- Vous êtes magnifique, le saviez-vous?
Al castaño le brillaron los ojos al escuchar aquellas palabras, sus mejillas se tiñeron de rojo, sintiendo vergüenza de repente, desvió su mirada hasta los labios del contrario, al estar tan cerca le era muy tentador el besarlo-Puis-jet'embrasser?
El pelinegro rió divertido y asintió levemente- Bien sûr- al decir eso, tomó las piernas del castaño y lo alzó, el menor no tuvo más opción que rodear la cintura del más alto, puso las manos alrededor de su cuello y terminó de cortar cualquier distancia que existía entre ambos, juntando sus labios en un suave y pasional beso.
El mayor caminó despacio, intentando no caer en el intento, hasta que sintió como llegaban al borde de la cama, se separó de aquel beso y dejó suavemente al castaño sobre el suave colchón, el pelinegro lo observaba desde arriba, era la imagen más exitante y tierna que había visto, el cabello despeinado, su camisa arrugada y su respiración entrecortada, quería tomarlo como suyo en ese mismo instante, bajo la luz de la luna y con la Torre Eiffel de testigo.
- Je te donnerai la nuit la plus magnifique de ta vie.
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