𝑭𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅𝒔 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒃𝒆𝒏𝒆𝒇𝒊𝒕𝒔 (𝑺𝒖𝒏𝒌𝒊)

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Al día siguiente Sunoo se sintió tan raro, desde que Ni-ki lo había besado no podía dejar de pensar en ese momento.

~ Capitulo 2 - Señales de cambios~

Ni-ki se fue a las 9:30. En todas las dos horas que pasamos en mi casa y después del beso nadie volvió a hablar del tema, solo volvimos a ser amigos y nada había pasado.

Pero estoy seguro de que Ni-ki pensaba en eso, tanto como el y yo lo pensábamos, no queríamos incomodar al otro y por eso no lo decíamos, pero si lo pensábamos.

Durante toda la noche no pude dormir muy bien, pues cerraba los ojos y la sensación de aquél beso regresaba a mi cabeza, haciendo que los abriera y buscará olvidarme de ese momento.

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En la mañana salí de casa con Ni-ki, íbamos caminando en un gran silencio incómodo pero como si fuera algo normal, Ni-ki se comenzó a reír.

– ¿Qué te pasa? – pregunté con seriedad.

– Es que ¿no te has dado cuenta verdad?

– ¿De que hablas?

– De lo que pasó ayer. ¿No has pensado ni un poco en eso?

– Pues si. ¿pero eso que tiene que ver con que te estés riendo?

– Que hora somos como lo de la película que te dije.

– Ni-ki no sé que película viste, pero no vamos a volverlo a hacer.

– Digamos que ahora eres mi amigo con derechos.

Yo soy muy inocente para las cosas que a veces cuenta Ni-ki, hay pocas que entiendo y muchas que no entiendo, por eso siempre me lo explica con una manera de no dañar mi salud mental.

– Ni-ki no entiendo.

– Digamos que ahora vas a tener que besarme cada que yo quiera.

– Pero los amigos no hacen eso Ni-ki, yo no acepto, eso no venía en el trato.

– Por eso siempre tienes que leer las letras pequeñas de los contratos Sunito.

– Ni siquiera me diste un contrato, no acepto esto.

– Pero lo tienes que hacer, o si no quieres ser amigos... Podríamos ser algo más...

Ni-ki hablaba puras locuras.

– NO VOY A HACER NADA DE ESO... — alce la voz un poco enojado –Pero a qué te refieres con algo más... ¿Hablas de ser novios?

– Ya me entiendes Sunito.

– Pero... A tí no te gusto yo, y tú no me gustas... Somos solo amigos... Con derechos.

Ni-ki sonrió alegre y cruzo su brazo con el mío.

– Ahora tienes que estar pegado a mi todo el tiempo, no te vas a separar de mi.

Una campana sonó indicando que ya estaban empezando las clases y que yo tendría un alta por estar discutiendo con Ni-ki.

– ¡Nishimura Riki vamos a llegar tarde!

Entonces tuve que hacer lo más vergonzoso que uno puede hacer... Correr una calle con una mochila llena de libros...

Ni-ki no quiso pasar a su salón y me acompaño al mío. De pura suerte aún no había algún maestro en el salón.