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Mía Isabella

Platico con Cornelio mientras todos disfrutan la fiesta y nosotros estamos en la barra, él toma cerveza y yo mezcal.

—¿Que pasa con Norma?—Le pregunté al ver como su esposa cuida a la bebé sin voltear a ver a su marido.—No es normal que están tan... separados.

—Es que cree que la engaño con la vecina.

—¿Y es así?—Me mira ofendido.

—Me duele que pienses eso de mí.—Le da un trago a su bebida.—Es muy hermosa pero ¿Cómo voy a traicionar a mi esposa y madre de mi hija?

—Claro, que te parezca atractiva no significa nada, ya cuando comienzas a pensarla seguido es porque te atrae, cosa que no es así¿O me equivoco?—Su mirada se pierde a través de la botella como si está le hablara.—Lito...¿La piensas seguido, sí o no?

—Isa es que checa su Instagram, es hermosa. No digo que Norma sea fea, al contrario, es la mujer más hermosa que he visto en mi vida pero Valeria tiene un no se que que lo tiene.

—Mmmm.

Saca su celular y abre Instagram para mostrarme a Valeria Rosas, abro la boca sorprendida cuando veo que es la hermana de Javier Rosas con la cual coincidí en unos premios de música.

»—La conozco.—Pego un brinco al ver la sombra de Norma.

—¿Que hacen?—Pregunta en un fallido intento de disimular sus celos.

«Nunca la había visto así»

—Le estaba mostrando el Instagram de una persona que me gusta—Miento para cubrir a mi primo.

—Aah, bueno solo vengo a decir que ya me voy al hotel porque la niña anda muy necia.

Se despiden con un forzado beso después de que Cornelio le dijo que se iba con ella pero no quiso.

—¿Y que pasó con tu enamorado?—La pregunta me agarra desprevenida.

—¿Que?¿Cuál?

—O.G.L,¿No te suenan esas iniciales aquí en Culiacán?

—Pues obvio sí, ya lo confirmé pero no sé, no tengo miedo de él sino de lo que dirá la gente, la prensa. Es más ya me imagino a Paty Chapoy hablando de mí en Ventaneando “La influencer Mía Isabella Vega es acusada de ser novia de uno de los hijos del Chapo Guzmán”

Me empino una botella de aguardiente que trajo mi tío Bruno desde Colombia.

—Eso si no te descubren porque puedes andar con el sin levantar sospechas.

—¿Me estás diciendo que le dé una oportunidad al narco ese y me arriesgue?—Lo miro confundido.

—No, o sea solo te digo que tú puedes hacer lo que quieras eso siempre y cuando te cuides de la prensa, en especial siendo una figura representativa de México en el Miss Universo del año pasado siendo la más menor de ahí.

—Es que no se que hacer...

Me tiro en su hombro soltando un suspiro.

—Ahorita no pienses en eso.

Platicamos hasta que se acabó la fiesta y ya era hora de irse.

—Te quiero muchísimo primo—Me despido de él.

—Yo a ti, piensa las cosas.







Salgo del baño ya lista para dormir cuando el celular nuevo vibra bajo mi almohada, la curiosidad me mata y lo termino tomando para ver qué pasa.

Es una llamada la cuál contesto por la insistencia.

Buenas noches mi chula.— Suspiro dejando caer mi cabeza sobre la almohada.

—¿Que quiere?¿Acaso no le quedó clar...?

Ya se lo que me dijo pero no me daré por vencido sin al menos haber salido una vez con usted.

—Pero yo no quiero salir con usted.

Sí quiere pero le da miedo que la vinculen conmigo, escucha Mía.—Se me revolotea la panza al escucharlo decir mi nombre.—Regaleme una hora de su tiempo mañana y le juro que no se va a arrepentir.

—¿Si acepto me dejará en paz?—Pregunto decida a parar con esto.

Mire, vamos a salir mañana. Si no le gusto la dejo en paz, pero si se la pasa bien conmigo me dará una oportunidad de enamorarla.

«Ay si, como si eso fuera a pasar»

—Acepto, y es mejor que vaya buscando su nuevo objetivo.

—Usted vaya abriendo ese corazoncito que ahí será mi próxima parada. Que pase buenas noches.

Igual.

Corto la llamada y me duermo.





Termino de arreglarme para salir con Ovidio. Estoy nerviosa ya que es mi primera vez saliendo a escondidas de mis papás, escucho como tocan la puerta y me comienzan a temblar las manos y piernas de los nervios.

Me detengo de la puerta al verlo frente a mí con una camisa negra y un pantalón del mismo color.

—¿Cómo es que no lo anunciaron?—Le pregunto en cuanto recupero la razón.

—El guardia es un viejo amigo—Si escucharlo hablar por teléfono me ponía a temblar imagínense en persona.

Salgo y cierro la puerta.

—¿Y a dónde vamos?

—Es una sorpresa.

Me ayuda a subirme a su carro en el que para mí suerte, solo somos nosotros dos y diez camionetas siguiéndonos.

—¿Que te gusta de mí?—No me aguante y pregunté.

—¿Acaso no se ha mirado en un espejo?—Da vuelta saliéndonos del camino.

En otras circunstancias estaría aterrada pero, por alguna razón, me siento en confianza con y se que no me pasará nada.

»—Sus ojos, su boca, su cuerpo, todo de usted es hermoso y ni hablar de su interior.—Se me escapa una sonrisa que trato de ocultar volteando hacia la ventana.

—Gracias.

Llegamos a un rancho muy hermoso.

—Como sé que ama los caballos y no puede regresar a su rancho, pues la traje al mío para que lo disfrutara como si del suyo se tratara.—Siento cómo mi corazón se acelera ya que es el único que se ha dado cuenta de eso.

Me bajo y agradezco haberme puesto un pantalón vaquero, botas y una campesina. Me guía a los caballos y me deja montar el que yo quería; me da un tour de su rancho en caballo mientras platicamos de cosas al azar.

Me cuesta admitirlo pero me siento tan cómodo y feliz aquí, nunca pensé que me iba a gustar mucho estar acompañada de alguien mientras cabalgo ya que eso siempre lo hacía sola.

Me lleva a un pequeño río tan bonito y tranquilo que quedó enamorada del lugar. Al volver entramos a su casa que es más hermosa por dentro, el olor a tamales me hace rugir el estómago del hambre.

—Delicioso—Digo al probarlos.

—Verdad que sí, mi 'ama los cocinó.

—Pues tendré que venir más seguido a comer tamales.

Entre risas y pláticas terminamos de comer, bueno de cenar, y ya es la hora de irme.

—¿Y como se la pasó?—Pregunta y siento sus nervios.

—¿Quiere que le diga la verdad?—Lo pongo más nervioso, asiente—Super bien, quiero volver a ir.

—Yo sabía que le iba a gustar.

Un amor clandestino//Ovidio Guzman Donde viven las historias. Descúbrelo ahora