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Mía Vega

Estoy en la casa de mis papás ya que está más cerca del hospital y en estos días nacerá mi bebé, estoy haciendo un live en Instagram, tenía muy abandonados a mis seguidores así que me puse a hacer la pañalera mientras les enseño lo que echo. Oscar me acompaña.

—Miren, —saco un trajecito muy calentito de tonos fríos para recién nacidos—este será el outfit oficial para cuando nazca mi bebé, Oscar nos lo regaló en el baby shower y nos pidió, bueno, exigió que fuera su primer traje.

—Sí plebes, es que miren, está bien bonito—Oscar me quita el traje y se acerca a la camara para enseñarlo mejor—me pase de lanza, se va a ver bien guapo.

Oscar empieza a leer los comentarios.

»—¿Cómo se llamará?pregunta lizzyxoscar.

—Es un secreto que pronto sabrán, pero...pero, su nombre empieza con S —Es lo único que digo.—Termino y me siento al lado de Oscar para leer los comentarios que de un momento a otro se empiezan a llenar de gente preguntándome por su papá.—Este, a su papá no le gustan las cámaras y la farándula así que no creo llegar a mostrarlo.—Leo un comentario que me llama la atención—¿Que si te gusta Lizzy?

Miro a mi Oscar que se puso rojo.

—No, no, o sea, Lizzy es mi mejor amiga, he estado con ella toda mi vida. Está muy hermosa pero jamás la vería con otros ojos.—Dice nervioso.

—Ay sí.

Seguimos platicando y sacando cura hasta que empiezan las contracciones.

»—No mames...ya viene.

Oscar y yo nos alteramos hasta que él se levanta.

—Adios ya va a nacer —Corta el live y me ayuda a levantarme.



—¿Ya le avisaste a todos?—Le pregunté.

—Sí, Ovidio no contestó así que tu papá fue a buscarlo.

—Debe estar ocupado, ¿Mi mamá aún no llega de Maza, verdad?

—No, tus familiares ya vienen, Denia está a nada de llegar al hospital.—Informa Oscar nervioso.

«De a buenas que no se ha trabado»

—Ya es hora, ¿Quiere entrar con ella?

Me mira en busca de una respuesta.

—Sí quie...

—Claro que sí.

—Acompañe a mi compañera para que se ponga el equipo de protección mientras alistamos para el parto.

—Ookey.



Oscar entra y me da la mano.

—Tranquila, todo va a salir bien.—Me besa la frente.

—Okey, a la cuenta de tres empieza a pujar.—Respiro hondo—1...2...3

Primer pujon

Segundo

Tercero

Tres pujes por cada contracciones tengo que dar hasta que el llanto de mi bebé inunda la habitación, mi corazón se acelera y las lágrimas empiezan a bajar por mis mejillas, un momento tan especial en mi vida. Me hubiera gustado que Ovidio estuviera aunque fuera en la sala de espera pero no está.

Al menos no estoy sola, está Oscar quien recibe primero al bebé.

—Que hermoso mi sobrino—Me lo acerca y si ya estaba llorando, ahora estoy peor.

—Hola bebé—Abrazo a mi bebé antes de que se lo lleven.


Ya han pasado horas y horas y Ovidio no aparece.

—¿Nada?—Pregunté al ver a mi papá llegar con mis cuñados.

Todos niegan.

—¿E Iván?—Pregunto Fernanda al no ver a su marido.

—Fue a buscarlo por otra parte.


Iván Guzmán

Manejo por las calles de Culiacán hasta llegar a un edificio de departamentos de primera calidad.

—El apartamento de Kimberly P. Ramirez.—El recepcionista me dice dónde está y por su gran amabilidad me abre la puerta.

Y ahí está mi hermano con otra mujer el día en el que Su mujer parió a su hijo.

Me le acerco y le planto tremendo puñetazo en la cara.

—¿Que te pasa?

—Pasa que tu mujer acaba de tener a tu hijo y tú te estás revolcando con esta puta.

—Oye a mí me respetas.—Se levanta Kimberly.

—¿Cómo que mi chulada tuvo s mi bebé?

Ovidio Guzmán

—Sí, y estoy seguro de que no te quiere ver.

—Pues ni modo, mi Ovidio no la necesita porque me tiene a mí.

—Callate, llévame con ella.

Iván me lleva al hospital y ya no hay nadie más que mis niñas, Fernada e Ivanita haciéndole compañía a mi mujer.

—Amor, ya es hora, nos vemos cuñada. Niñas, se vienen con nosotros. Felicidades.—Me despido de mis hijas.

Se van dejándonos solos.

Al acercarme puedo ver a mi bebé todo precioso, lo alzo y trato de besar a mi mujer pero está me voltea la cara.

—Disfruta al niño, que a él viniste a ver, ¿Cierto? porque si fuera por mí seguirías con la otra.

—Ay chula,¿De que habla?

—¿Cómo puedes ser tan cínico?—Me mira con un poco de odio.

—¿Pero que...?

—Para la próxima te limpias la cara, y te bañas que hueles a perfume de mujer barato y corriente.—Me quedó paralizado al escuchar eso salir de su boca.—Apurate que mañana nos vamos en la mañana y obviamente, no nos iremos contigo.

—Chula, hablemos que acaba de nacer el niño.

—¿Sabes cuántas horas tiene de nacido?siete, siete putas horas después vienes a conocer a tu hijo y gracias a Iván, porque si no fuera por él ni siquiera sabrías del nacimiento de nuestro niño.—Suelta con ira.

—Fue un error...—Es lo único que digo.

—Mira, si lo hubieras hecho cualquier día igual iba a dolerme pero lo hiciste hoy, 24 de octubre, día en el que nació nuestro hijo que es producto de nuestro amor. Eso me duele.—Se limpia la lágrima—Cuando te vayas lo acuestas ahí—Señala la cuna.

Se gira dándome la espalda y cae profundamente dormida, ha Sido un largo día para ella.

Me siento en el sofá frente a ella, miro a mi bebé que es hermoso, tiene la naricita, labios y lunares de su mamá, le lleno la carita de besos.

Me quedé unas horas así hasta que me dió sueño y me fuí a la casa pensando en como fue que arruine lo que más amaba en menos de un día.



—Nota autora —

Holis!

¡Ya nació!

Que perro el Ovidio, verdad?

¿Cómo creen que se llame el bebé? Es un nombre súper fácil pero igual, en el capitulo siguiente lo sabrán.

(Ya casi sale PP)

Aclaración:Esto que está pasando es como en el 2018.

Un amor clandestino//Ovidio Guzman Donde viven las historias. Descúbrelo ahora