CAPÍTULO 5. DETERMINACIÓN

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ELA

– Deja de moverte – menciona Crash.

Bufo mientras giro mi cabeza hacia él. Crash lucía molesto, pero eso no me iba a detener.

– Creí que dormías – señalo lo obvio.

– No te soltaré, si eso es lo que quieres. No lo haré, Ela y es momento de que lo entiendas.

– ¿Dónde están mis cosas?

– Tú coche está aquí.

– Tengo que ir al baño – cambio de tema.

– Has ido hace un par de horas.

– Joder, Crash. ¡Suéltame de una puta vez! – gimo molesta.

– No la haré, Ela y es mejor que lo entiendas.

Molesta me levanto y empiezo a jalar la cadena con fuerza, mi moviente alarma a Crash y lo tengo al lado mío en cuestión de minutos. Él intenta alejar mis manos de las esposas, pero estoy tan molesta que no me importa hacerme daño.

– ¡Ela para! – gruñe él. Lo empujo y sigo jalando, hay unas pequeñas gotas de sangre en el suelo, pero ahora no duele, supongo que es la adrenalina.

>>!Ela! ¡Joder! – sus grandes manos agarran las llaves de las esposas y me las abre. Yo enseguida lo empujo.

– ¡No tienes ningún derecho!

– Déjame ver tu muñeca – mis manos lo vuelven a empujar cuando él se acerca.

– Crash voy a irme y si eres capaz de detenerme te juro que esto no resultará nada bien – hablo mientras agarro las prendas de vestir y me las pongo.

– De aquí no sales, Ela. De eso me aseguro, puedes hacer todo lo que quieras, pero no te dejaré ir.

Sonrío, cojo mi chaqueta y en un intento de salir por la puerta, sus manos agarran mi cintura y me llevan de nuevo a la posición inicial.

Yo respiro tratando de mantener la calma, pero ya la había perdido.

Crash había traspasado una línea muy grande.

Y esto no iba a resultar bien.

Volviendo a mi posición inicial, me abalanzo a la mesilla y agarro su pistola.

<<Esto no iba a resultar bien>>

Sus ojos negros me observan algo sorprendidos, y él cruza sus brazos.

– No sé si lo sepas, Ela, pero yo estoy dispuesto a que no salgas de este lugar. No voy a cambiar de opinión y sabes perfectamente que mi postura es firme.

– ¡Crash retrocede! – menciono. Yo tenía una puntería increíble, pero Crash era el amor de mi vida y ahora mismo mi cabeza estaba dividida.

>>Mi iré Crash, saldré de aquí y tú no harás nada 'para impedirlo.

– No.

– Una mierda – grito y disparo. El tiro estremece a Crash pero solo había roto una de las ventanas.

>>Crash te amo con mi vida, pero no dejaré que dispongas de mi libertad. Quítate de una puta vez o te juro que el próximo tiro irá para ti.

– No me moveré Ela y es hora de que lo entiendas.

– Bien – mis ojos se conectan con los de él y tiro del gatillo mientras apunto a su brazo. Crash cae de lleno al suelo y gruñe adolorido, mientras el sostiene su brazo yo agarro su teléfono y llamo a Alcón y a Lobo.

Agarro una de las sábanas y rompo un pedazo, me acerco a Crash y el gime cuando me agacho.

– ¡Qué hiciste Ela! – gruñe y siento como aprieta sus dientes por el dolor.

– Estoy segura que no toque ninguna arteria, Crash. Será doloroso, pero es necesario. Eso te mantendrá alejado de mí.

– Una mierda Ela – él muerde sus labios mientras yo envuelvo su brazo en un torniquete.

– Debemos ir al hospital – menciono muy preocupada. ¡joder! Había disparado al hombre que amaba.

>>Vamos en mi coche. ¿Dónde están mis llaves?

– Ela – él me mira, luce muy dolido.

– ¿Las llaves?

– Ela... no se supone que esto deba terminar así.

– ¡Las llaves Crash! Debo llevarte al hospital.

Él no me dice nada, así que empiezo a buscar por el lugar. La llave se encontraba en su chaqueta, ayudo a que Crash se levante y lo subo a mi coche.

Conduzco lo más rápido que puedo, aun así, me cuesta algo de tiempo llegar al lugar. Casi todo el club estaba ahí ya que en todo el camino estuve conversando con Alcón. Cuando bajo del coche mi padre me mira muy molesto y camina hacia mí, él saca su pistola y me apunta.

– ¿Qué mierda hiciste? – me grita – ¿Qué fue lo que le hiciste?

– Prez, es Ela, tu jodida hija – gruñe Alcón y se pone al lado mío. Lobo y Vikingo sostenían a Crash en brazos y cuando quería caminar hacia él, mi padre sujeta mi brazo con fuerza. Crash quién iba medio inconsciente gruñe molesto.

– ¡Déjala! Ha sido mi culpa – Crash intentaba hablar fuertemente, pero se notaba su debilidad.

– Esta mierda no es mi hija, ha traicionado al club y ahora ha herido a uno de sus miembros – . Mi padre me mira molesto – ¿Dame una puta razón para no ponerte un tiro en la cabeza?

Justo entonces escucho un disparo.

– Tienes un minuto para quitarle tus manos de encima a Ela, Batista. Estoy segura que eres capaz de matar por tu club, pero yo también estoy segura que mataré por él mío – Frenta había llegado y se veía muy molesta. Ella caminaba hacia nosotros con una pistola en su mano.

– ¿Tú y cuantos más?

Justo entonces algunas motos suenan. Ahora mismo eran un enfrentamiento entre mi club y él suyo.

Mi padre sonríe.

Crash no quería ingresar, se resistía, pero estaba por perder la conciencia, yo hago una seña y Lobo se lo lleva. Bajo el arma de mi padre con un pequeño movimiento.

– Estoy segura que estás dispuesta a matar por tu club, papá, pero no me iré de aquí hasta que Crash esté bien.

Camino junto a los chicos y llego en el momento exacto en el que Crash es trasladado en una camilla.

– ¿Qué has hecho, Ela? – pregunta Lobo, y yo me hago la misma pregunta.

– – – –

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