Conejo Travieso

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Raikage termina de leer la invitación para los exámenes chunnin que tendrán lugar en Konoha, deja salir una risa burlona, esos débiles y sentimentales de la hoja se atrevieron a invitarlos aun con toda la sangre que tienen de por medio.

-¿Enviara algún equipo señor? – pregunta su secretaria Mabui ya sabiendo la respuesta.

-Ese viejo Sarutobi no se rinde, la nube nunca tendrá un tratado con ellos – aún recuerda perfectamente la cara de "El Relámpago Amarillo" que acabo con tantos de sus filas, de solo pensarlo hace bola la invitación arrojándola al cesto de basura.

-Yo quiero ir – interrumpe una vocecilla casi chillona y emocionada. Con cabello largo de tono azul como el cielo atado en dos coletas que le dan un aire inocente y ojos verdes esmeralda que irradian felicidad invade todo el lugar con su presencia.

-¡Zulia! ¡¿Cuántas veces te he dicho que no entres así a mi oficina?! – regaña dando un fuerte golpe al escritorio.

-Pero si no entro así no me entero de nada divertido – reprocha la niña con enorme sonrisa.

-Se supone que así debe ser – los asuntos de la aldea no son para que una chiquilla conozca tan fácilmente.

-Deja de ser un gruñón, además ya me entere y no puedes hacer nada – dice con tono retador, dando brinquitos como un conejo.

-Claro que puedo, no voy autorizar ningún equipo para estos exámenes y menos siendo en Konoha – puede no estar gritando pero su ceño fruncido da peso a sus palabras.

-¡Pero yo quiero ir! – pisotea con fuerza.

-¡Dije que no! – por eso no quería que se enterara, la niña es muy terca.

-¡Ya estoy en edad de hacer los exámenes y quiero participar!

-¡Aquí mismo se te puede evaluar para subir de rango!

-¡No es lo mismo, quiero salir de la aldea y conocer a otros equipos de mi edad!

-¡Yo mismo te hare la prueba mocosa!

-¡No quiero! ¡Siempre entrenamos juntos, no es lo mismo! – se cruza de brazos nada feliz – Mabui-chan dile algo.

-¡Mabui es mi secretaria!

-¿¡Y eso que importa!? ¡Le diré a Bee-chan y juntos haremos un escándalo que ya verás! – está dispuesta a conseguir el permiso por cualquier medio.

-¡Ni siquiera necesitas hacer ese tonto examen, estas perfectamente al nivel de un Chunnin! – no quería decirlo en voz alta pero no le quedo de otra.

-¡Y aun así me das misiones aburridas! ¡YO TAMBIEN SON UN NINJA!

-¡ERES MI HERMANA PEQUEÑA Y NO VAS A IR A KONOHA!

-¡PAPÁ DIJO QUE ME DEJARIA IR CUANDO CUMPLIERA DOCE!

-YO SOY EL RAIKAGE AHORA Y DIGO QUE NO.

El tenso silencio envuelve la oficina, Mabui aprieta los documentos sobre su pecho, sabe que tocaron un tema delicado para ambos.

-No volveré hablarte nunca... – la niña sale de la oficina saltando por la ventana.

-¡Usa la maldita puerta!

-¡Mabui-chan dile al Raikage que se pudra!

El imponente hombre se deja caer pesadamente sobre la silla.

-Mocosa consentida, ya vera cuando llegue a casa – murmura masajeándose el puente de la nariz – Mabui prepara lo de siempre.

-No creo que un pastel de chocolate y fresa sea suficiente esta vez señor – y pensar que acaba de quejarse de lo consentida que esta la niña – ella realmente quiere participar en los exámenes.

Prodigio AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora