Prodigio Azul

Plan de Conquista

El campo de batalla queda completamente destruido, los ataques del Gedo, los bijuus y los shinobis dejaron en ruinas todo el lugar y a pesar de toda la destrucción las bajas se mantuvieron al mínimo todo gracias al fuerte escudo de la princesa de Kumo.

Cuando el ultimo enemigo al fin cae las fuerzas de la peli azul se terminan, Omoi e Ino tratan de curar sus heridas, pero es difícil.

-¿Qué esta pasando? – pregunta el Raikage desesperado al ver como su hermanita no para de toser sangre.

-El daño es muy profundo – dice Omoi concentrando todas sus fuerzas en salvarla.

-¿En que estabas pensando? – Ino aguanta las lágrimas lo mejor que puede – es como si sus células explotaran cada que usaba el escudo contra los ataques del Gedo.

Sus brazos y piernas están completamente ennegrecidos, casi parecen podrirse.

-¿Por qué no se cura con la liberación sello? – pregunta Bee preocupado, se supone que es la especialidad del jutsu de Tsunade.

-Se quedo sin chakra – responde Omoi – lo uso para salvar a todos los que pudiera.

-Traigan a Tsunade, rápido! – grita "A" no dejara que su hermanita muera.

-Her... hermano.

-No te esfuerces – pide Omoi no queriendo escuchar una despedida.

El Raikage se arrodilla a su lado para escucharla, le duele tanto verla en ese estado que si pudiera con gusto se pondría en su lugar.

-No dejes... que Konoha... se lleve al Uchiha – dice apenas en un susurro para que solo su hermano pueda escucharla.

-Eso no importa ahora – aprieta los puños lleno de impotencia.

-Importa... porque yo... tengo un plan – "A" nota una mínima sonrisa escondida, su hermanita no se esta rindiendo, esta luchando por vivir y lista para seguir con sus travesuras.

Por un momento las preocupaciones del Raikage desaparecen, su niña es fuerte y es la hermana que lo llena de orgullo.

-Yo me encargo – no tiene idea lo que este planeado esa pequeña traviesa, solo queda esperar a que se recupere.

Tsunade llega y comienza a atenderla, al igual que los demás no puede creer que Zulia llevara su cuerpo a tales extremos, si no fueran tan buenos médicos posiblemente tuvieran que amputarle las extremidades, lo que es seguro es que va a necesitar mucho reposo.

Neji se queda atrás viendo como varios médicos se van turnando para atenderla, Tsunade es la única que no se despega de ella y Omoi espera que le pasen chakra para seguir curándola, la corrosión de su piel de a poco va desapareciendo, se esforzó tanto en protegerlos que estaba dispuesta a dar su vida con tal que los ataques enemigos no los alcanzaran.

Hiashi ve como su sobrino aprieta los puños sin poder moverse del lugar, casi parece una estatua viendo como atienden a la chica de Kumo, debe admitir que esta impresionado por sus habilidades, hay murmullos sobre las grandes hazañas que hizo en casi todas las unidades sin mencionar lo que vio con sus propios ojos, de no ser por ella muchos más habrían muerto.

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Los ojos le pesan, tarda varios minutos en poder abrirlos y un poco más en ser consciente.

-¿Nena? – conoce esa voz – ¿Puedes escucharme?

-B... Bee... chan – cada palabra le quema la garganta.

-Aquí estoy mi mariposa – le toma la mano y por un momento Zulia sintió como su voz flaqueaba – no te esfuerces, el medico dijo que necesitas mucho reposo, duerme un poco más nena, yo te cuidare.