Capítulo 08

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(En perspectiva de Luis)

Pensaba que venir a Francia traería más oportunidades de trabajo, y de hecho así fué y en el proceso de como cada vez mi trabajo fué más reconocido, Lise estuvo a mi lado; el tener que trabajar juntos ayudó a estar unidos como ahora pareja, salíamos juntos de paseo luego de trabajar y confiabamos mucho el uno en el otro.
Ella iba presentarme a sus padres y aunque yo estaba inseguro de esto... Debía hacerlo, en realidad todo salió mejor de lo que esperaba.
Estaba apunto de terminar mis clases de francés y ya sabía bastante, pronto ya no iba necesitar que lo traducieran para mi.

—¡Ya puedes tú solo! Me siento orgullosa de ti, cariño —dijo Lise.

—¡Gracias! Hoy tuve una junta y de hecho no te había dicho que no tuve problema por el idioma en esa junta.

—¡Me alegro bastante de tu progreso! Estoy segura que pronto no vas a necesitar más de mi ayuda.

—Tal vez, pero yo quiero seguir viéndote cuando salgamos de paseo o te visite, Lise -pensativo, contesté.

—¡Claro que si! Yo también quiero que nos sigamos viendo, te amo.

Ella claramente no sabe de mi plan, ya me había acostumbrado a pasar con ella la mayor parte de mi tiempo y cuando sea momento de continuar sin ella traduciendo... ¿Qué iba pasar?
Sonará fácil para cualquiera decir que simplemente debería dejarla ir y continuar mi vida ahora, sería muy diferente todo y no estaba seguro de si podría acostumbrarme a esto.
Una noche mientras terminabamos la jornada de trabajo; ese día estuve sin ella, por alguna razón iba hacer algo importante...
Aproveché que ella no estaría y yo podría ir a comprar esa sorpresa para ella pero cuando al salir del lugar no me había imaginado nada, por estar pensando en mi plan y en lo lindo que sería todo.

—Le va gustar mucho este anillo, tal vez se lo pida en un restaurante muy lindo —pensé.

Un hombre me apuntó detrás con una pistola en la cabeza y eso me asustó mucho, no sabía que hacer, estaba atónito.

—¿Qué tienes en las bolsas del pantalón?, habla —dijo aquel hombre.

—Solo mi billetera... ¡No me hagas nada, por favor!

—¡Dame la billetera!

—Acabo de gastar mucho hoy y...

—¡Cállate! ¡Dame la billetera dije!

Saqué la billetera y se la entregué, pero a mi ventaja, solo traje el dinero para comprar el anillo y quedó vacía, mis identificaciones estaban en el cajón de mi habitación así que solo había sido el susto de el arma, no sé como ese ladrón no se dió cuenta del anillo valioso en mi bolsa, me llegó por detrás y solo amenazó... Lo triste era que Lise me había regalado esa billetera y ese tipo se la llevó...
Llegué a mi casa y ví sentada en el sillón a Lise mirándome fijamente como si estuviera molesta y yo estaba confundido.

—¿Qué pasó, Lise? —pregunté confundido.

—Me tenías muy preocupada, Luis —Lise se levantó y fué para abrazarlo.

—Bueno... Acaban de asaltarme.

—¡¿Qué?! —detiene el abrazo y lo mira fijamente

—Estoy bien, solo que se llevó la billetera que me diste.

—Pero tu estás bien y eso es importante —dijo Lise.

—Si, gracias por preocuparte. Ahora quiero solo dormir.

Tengo que admitir que solo fue el susto y no me afectó el resto de mis días eso, así que no pasó más, en ese momento me preocupaba más mi plan. Semanas después, había pensado en invitarla nuevamente a cenar a un lugar lindo donde pudiera pedírselo...

—¡Luis!

—Dime, ¿Qué pasa?

—Deberíamos ir a cenar hoy, por 2 años de novios.

—Justo yo pensaba invitarte a ti y tu primero llegaste —solté una risa.

—¡Perfecto! Entonces podemos ir esta noche —dijo Lise.

Antes de irme al restaurante llegué a mi casa para vestirme presentable, quería que esa noche fuese inolvidable... Ya iba irme y... ¡Casi olvido el anillo!
Esa noche fué tan linds charlando, recordando el tiempo que estuvimos juntos y lo que habíamos vivido, hasta que decidí tomar la palabra y no darle más rodeo a esto.

—Lise... Hay algo muy importante que quiero pedirte.

—Claro, ¿De qué se trata?

—No me había sentido tan bien con alguien y con tanta seguridad como me siento cuando estoy contigo y sabes perfectamente que te amo porque con mis acciones te lo he demostrado, no estoy dispuesto a pasar ni un solo segundo lejos de ti, cariño -se pone de pie frente a ella.

Las miradas de las personas al rededor de nosotros pasaron de ser entre ellos a nosotros, tomé su mano y me incliné ante ella.

—Lise Lambert... Te amo demasiado y quiero pasar el resto de mi vida contigo, ¿Me darías el honor de ser tu esposo? _pregunté a la par de que abría la pequeña caja del anillo.

Los ojos de Lise son hermosos, para mi lo són, pero en cuanto levanté el anillo ante su mirada, se iluminaron como si ante sus ojos se tratara de la estrella más hermosa y luminosa, segundos no tardaron y sus ojos se llenaron de lagrimas, se levantó del lugar y me miró tan felíz...

—¡Si quiero! ¡Luis, te amo! —respondió con lagrimas

Tomó el anillo y me levanté del suelo, en realidad el anillo era tan lindo pero en ella era una belleza, nunca lo imaginé así.
Mientras la abrazaba, las personas al rededor nuestro comenzaron a aplaudir. Eramos como la luna y el sol ante las estrellas.
Días después visitamos a la familia de Lise y en cuanto Lise se lo contó a su familia, todos emocionados empezaron a decirnos mil cosas por ello y se mostraban alegres.
Teníamos que preparar muchas cosas aún de todo.

Un año después

— Je vous déclare... Mari et femme, peut embrasser la mariée.

 Mari et femme, peut embrasser la mariée

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-Je t'aime.

XIV AñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora