XIV Años

Capítulo 04

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ACLARACIÓN: El capítulo pasado tenía un tanto de historia del 2020, pero este ya no, este regresa en dónde nos habíamos quedado sobre Abriil y Azael.

          (Perspectiva de Abriil)

AÑO 2023

Habían pasado los días... y no podía dejar de pensar en como le diría a Azael esto, pensé en muchas cosas que podían pasar ya que aún seguíamos vulnerables al dolor de la pérdida de nuestra Sofía después de un año de lo ocurrido, conforme pasaban los días no encontraba un momento para decírselo pensando en como serían las cosas para ambos.
Llamé a Hinata para hablar con ella sobre lo que había pasado, mis lágrimas habían impedido que hablase bien con ella y solo se fué esa noche sin poder hablar bien; la llamé para que viniera de visita una tarde y me abrazó en cuanto la hice pasar a la casa.

—¿Cómo estás? —preguntó Hinata.

—Bien, supongo —contestó cortante.

—Hace unas semanas que no pudimos hablar bien... Ya sabes... —Abriil suspiró.

—Sobre eso... ¿Ya le dijiste?

—No, no encuentro el momento para decírselo... —respondió Abriil con una mirada baja.

—Entiendo que ha sido muy difícil... Esto es un gran paso que han dado a pesar de lo que vivieron —comentó Hinata.

—Lo sé, pero siento algo de miedo por esto ya que se trata de otro hijo, otro embarazo, otra responsabilidad... —Abriil seguía contestando cabizbaja.

—Ya veo... Es una noticia importante...

Estuvimos durante la tarde platicando y Hinata intentaba convencerme más de que debía decírselo de una vez y no esperar más.
Así que era momento de decírselo pero estaba nerviosa y no sabía como sería todo ahora, con el tiempo se comenzaría a notar y no se lo podría ocultar más, estaba decidida a decírselo en cuanto llegara del trabajo, pensé muy bien mis palabras ya que esto era algo muy serio.
Después de una larga plática con Hinata, el día se nos fué rápido, nos despedimos y me quedé en casa bastante nerviosa pensando mucho en las cosas y a la vez esperando que llegara.
Escuché la puerta y entró Azael, me levanté y lo abracé, era el momento...

—Buenas noches, mi amor —dijo Abriil, mientras con una sonrisa, ocultaba su cansancio.

—Hola... —Azael contestó de igual forma con una voz cansada, pero felíz de verla.

—Azael... Hay algo que debo decirte, es muy importante.

—Te escucho, mi amor. —tomando su mano, respondió.

—La noche que llegaste de trabajar y estaba en el baño con Hinata llorando... —tragó saliva y a si misma interrumpió sus palabras por los nervios.

—¿Llorando?

—Si, yo estaba llorando porque me sentía bastante asustada, asustada de como sería cuando te dijera para ambos lo que pasaría.
Esto ya tiene unas semanas pero pensaba tanto en como debía decírtelo, me daba miedo... —Abriil comenzó a llorar mientras lo decía.

—Dímelo... Te voy a apoyar en todo de verdad, no dudes en decirme —con sus manos comenzó a limpiar las lágrimas de Abriil mientras se miraban cara a cara

—Bueno... —sollozó.

Ella no pudo evitar dejar lagrimas caer, el nervio la había  tomado y a pesar de llevar lagrimas en el rostro, este era el momento donde sintió que debía decírselo por fin, después de 2 semanas desde que hizo la prueba.