XIV Años

Capítulo 19

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Caminando por los pasillos de la escuela, Sofía tenía la mirada perdida y no estaba tan interesada en lo que pasaba alrededor, pero, al verla pasar, el resto de estudiantes que cerraban o abrían sus casilleros, dejaban la actividad o conversación para mirarla con burla o desagrado, pero a ella no le importaba.

Al final del pasillo, antes de poder acercarse a la puerta, apareció al frente una niña con una sonrisa que demostraba intenciones no muy buenas, acorraló a Sofía junto a otro grupo de chicas y chicos, se acercaban cada vez más, todos los días sin falta, Katy, molestaba a Sofía desde que empezó la secundaria.

—Que par de idiotas todos ustedes… —susurró Sofía, molesta.

—¿Te has enojado, diablita? —dijo Katy y empezó a reír. Se acercó a Sofía y en un intento de alzar su mano para darle un golpe, Sofía jaló fuertemente a Katy de la playera de su uniforme y la empujó contra un casillero, el ruido se había escuchado por todo el pasillo y Katy soltó un grito de desesperación.

—¡Te dije que dejaras de llamarme así! —gritó Sofía.

El resto de compañeros que las rodeaban comenzaron a alejarse, mirándose entre ellos confundidos y algo asustados. Elías entró y no pudo evitar la preocupación, se acercó y alejó a Sofía del brazo, caminaron por el pasillo de la escuela hasta un salón vacío.

—¡¿Por qué te metes dónde no te llaman?! —exclamó Sofía.

—¡Estabas a punto de desatar una pelea en pleno pasillo, Sofía!

—¡Yo no empecé, ella junto a su grupo de imbéciles intentaron hacerme daño a mi! —de brazos cruzados y mirada fría, exclamó.

—Bien, entonces qué bueno que llegué, porque te hubieras metido en problemas con ella, de nuevo. —dijo Elías y al mismo tiempo miraba fijamente a Sofía.

—Sí claro…

Sofía salió del salón donde estaban, dejando a Elías atrás, quien también salió detrás suyo. Ambos se detuvieron cuando de frente tenían un friso de la escuela lleno de anuncios de una supuesta fiesta.

—Otra fiesta a la que seguro no vendremos… —dijo Elías, al mismo tiempo que volteó los ojos.

Elías se percató de que Sofía no había prestado atención a su comentario, y cuando él atentamente leyó los carteles del friso, entendió el porqué.
Se trataba de la fiesta escolar por el día del padre.

Ninguno de los dos había asistido antes a ningún evento de la escuela relacionado con el día del padre, y Sofía tampoco llegó a ir a ninguno del día de la madre, ni Vausha ni Elsie estaban tan interesados en suplir a sus padres reales en esos eventos, que no se tomaban la molestia de asistir o llevarla jamás.

—Vamos tarde a clase, Elías. —dijo Sofía comenzando a caminar por los pasillos.

Mientras caminaban, por la ventana de un salón se podía apreciar una pantalla de clases encendida en televisión abierta, y no parecía haber nadie, eso llamó la atención nuevamente de Sofía y Elías, ambos se detuvieron y se quedaron mirando unos minutos más la pantalla y entraron al salón.

—Sabes… No quiero entrar a esta clase, me voy a quedar aquí. —suspiró Elías mientras dejaba su mochila en un pupitre.

Ambos seguían mirando la pantalla hasta que Sofía volteó a ver el escritorio del salón y vió un par de revistas amontonadas, se sintió confundida al creer haber visto su cara en una de las revistas, pero no estaba segura, cuando se levantó para ver, Elías le llamó.