XIV Años

Capítulo 05

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Hacía unos días desde la muerte de el gerente de la empresa donde trabaja Azael, todo había pasado tan rápido y ahora, él con casi 29 años debía hacer un trabajo como jefe, administrando las tiendas de café que manejaba la empresa y conforme había pasado el tiempo, no solo sus ventas habían aumentado, también los socios extranjeros peleaban por trabajar con esa empresa.

Al principio la familia del ex gerente fallecido Huxley había ido en ocasiones para reclamar la empresa y para su sorpresa el propietario ahora era Azael, era difícil también, a veces él se preguntaba como fué que su ex gerente había confiado tan rápido en él, le contó todo a Abriil y la razón por la que si decidió aceptar eso era por ella y por su hijo en camino.

El trabajo cada día era más y algunas veces llegaba más tarde de lo normal a casa, esto fue así durante un tiempo, era bastante pesado.

𓂃 2 Meses después 𓂃

Luego de un día largo de trabajo, Azael finalmente había terminado y aún era temprano, le alegró poder regresar a casa más temprano de lo habitual para pasar tiempo con Abriil, llegó a casa y ambos prepararon la cena, vieron tele un rato y fueron a dormir.

Durante la madrugada, Azael se despertó por el ruido de la puerta del baño que escuchó la cerraron muy fuerte, no vió a Abriil durmiendo y se preocupó un poco, no se levantó pero se mantuvo despierto al tanto del lugar.

Abriil salió del baño a penas pudiendo caminar, tenía lágrimas en su rostro y mucho dolor.

—Azael... No me siento bien... —sollozó.

Él se levantó para ayudarla a sentarse en la cama, pero ella no se sentía nada bien así que llamó a una ambulancia, ambos fueron en la ambulancia e inmediatamente en el hospital fué atendida, Azael estuvo esperando afuera y mientras le escribió un mensaje de texto a Hinata y Aki, los dos le respondieron al instante y vinieron, pasaban las horas y salió una enfermera, les dijo que hubieron algunas complicaciones pero el bebé y Abriil estaban ahora bien.
Azael entró a la habitación y ella ya estaba despierta, la abrazó, se le notaba lo cansada pero tenía una sonrisa en su rostro.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Azael.

—No muy bien, pero estoy felíz de que todo salió bien... —respondió Abriil con cansancio en su voz.

—Me alegro de que hayan salido bien las cosas, de verdad —dijo.

—¿Podremos ver a nuestro bebé? —preguntó Azael.

—No lo sé, se lo habían llevado hace un momento —contestó Abriil.

—Bueno, nuestros amigos están aquí pero no los han dejado pasar aún —dijo Azael.

—¡Me alegro de que estén aquí! —respondió emocionada.

Entró la enfermera a la habitación con el bebé y ambos esperaban con ansias.
Con alegría a la vez, cargaron a su hijo.

Más tarde pudieron pasar Aki y Hinata, y unas horas después los padres de Abriil llegaron, Azael los había contactado, todo había ido tan bien.

—Yo quiero que se llame Zack...—afirmó Abriil.

—¿Zack? Es un buen nombre —le contestó Azael.

—Hay que ponerle así... —sonrió mientras decía.

• • •

Las semanas de recuperación se cumplieron y Abriil pudo salir del hospital sana y salva con su bebé.
Todo estaba siendo tan lindo y después de 2 años de aquel hecho que puso tan mal a Abriil y Azael, habían comenzado a vivir de nuevo sus vidas, pero sin estar completos.

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La casa de Elsie

Durante la noche, hacer dormir a Sofía era difícil y más porque dormía en la misma habitación que ella, esto comenzó a hartarla, hasta que decidió usar parte de lo que ganaba para comenzar a pagar muebles para darle un cuarto propio, al fin y al cabo el plan era quedarsela años, no iba soportar seguir durmiendo en el mismo cuarto y oírla llorar diariamente... Pues fué ella quien había decidido soportar esto.

Una tarde Vausha vino de visita como cada semana venía por Sofía, la cargó e inmediatamente ella mostró mucha tranquilidad y se quedó completamente dormida en sus brazos.

—¿Cómo lo hiciste? —preguntó Elsie con molestia en su cara.

—¿Hacer qué? —contestó Vausha vagamente.

—Que durmiera tan rápido... —dijo Elsie, aún algo molesta.

—Acabo de cargarla, ni idea —dijo mientras cargaba a Sofía.

—Todas las noches es lo mismo, tardo mucho en hacerla dormir, estoy harta de ella —dijo Elsie con enojo.

—Tu has decidido vivir esto, ella podría estar con sus papás y tú no tendrías que aguantarla, probablemente llora mucho porque siente la ausencia de su madre, le hará falta, ¿No? —preguntó Vausha.

—Esto es parte de mi venganza, no te meta en ello... —contestó la azabache molesta.

—No te entiendo de verdad... Sofía no tiene la culpa de tu estúpido rencor, duerme en tu cama y hace un tiempo dormía en tu sillón, esta no es la vida que ella llevaría con Abriil y Azael, lo sabes perfectamente, no es por estar de lado de ellos —también Vausha enojado, exclamó.

—Yo me voy a encargar, no necesito tu opinión ni tus comentarios patéticos de como la cuido, seré su madre un tiempo y tú, dejarás de entrometerte —se acercó y le arrebató a la bebé.

—Ya pasaron 2 años, y tú... Sigues con esa mentalidad tan inmadura —dijo Vausha.

—Sofía está bien, no siento culpa y no me harás sentirla —contestó Elsie con una voz que describía su molestia.

—Debes regresarla, ella seguirá creciendo y sigue sin sus papás —insistió Vausha

—Y no los tendrá, vamos a mentirle —contestó con firmeza la azabache.

—¿"Vamos"? ¡Esta es tu mentira! —exclamó Vausha.

—Prácticamente ya eres parte de esto por saberlo, eso te hace cómplice —contestó Elsie con tono burlesco.

—No deberías seguir buscando problemas, ellos ya tuvieron suficiente, ¡Eres tú la que nunca tiene límites! —enojado, Vausha levantó la voz.

Los gritos mientras discutían de ambos, habían provocado que Sofía despertara y comenzara a llorar.

—¡Tu y tus absurdas cosas despertaron a Sofía! —nuevamente la azabache vociferó.

—Dámela, a ti no te quiere, eres tú quien la hace llorar —molesto, reclamó.

—Te voy a hacer irte de mi casa si sigues, eres muy molesto —dijo Elsie con enojo.

—Tu quieres a tu tío más, ¿verdad pequeña? Sé que si —Vausha actuaba de manera de burla hacia Elsie.

—Cállate de una buena vez, Vausha... Te ves tan patético —contestó Elsie mientras se dirigía a la puerta.

—Silencio, no vayas a hacerla llorar otra vez —dijo de nuevo Vausha con tono burlesco.

—Que ridículo de verdad eres, me da asco verte decir eso... Yo me voy —respondió cortante y después Elsie salió de la habitación.

—¿Sabes caminar, Sofía? Te pondré en el suelo —dijo con una sonrisa.

Sofía había comenzado a caminar y no tardaría en hablar también... Si no la regresaban pronto sus verdaderos padres se perderían de estos eventos importantes en la vida de su hija y dolería mucho, Vausha sabía que él debía hacer algo porque nadie más lo haría pero también sabía que estarían en muchos problemas, él y todos sus amigos, así que por ahora la idea de regresarla a su verdadera casa seguía siendo una idea y no un hecho, "¿Qué le dirá a Sofía?"

Se preguntaba a veces, hacerla crecer sin su padre y madre, mentirle no iba ser fácil.

Varias veces se lo consultaba e intentaba convencer a Elsie, son éxito.