19. La vida apenas comienza

78 17 16
                                    


Día 19. Reproducción. 

Nota: El día de hoy tocaba este tema, pero aquí no hay M-Preg ni nada de eso. Así que vean un poco mis intentos de adaptarme a esto.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La temporada de lluvias había pasado y el frío del otoño los acompañó de forma semi constante durante su viaje. Las montañas y bosques de Qishan fueron reemplazados poco a poco por los páramos y praderas de las provincias que atravesaron para llegar a su destino.

Su avance fue veloz (más veloz al menos que el que hizo Wei Ying meses atrás), pues viajaban en grupo y por los caminos principales. En dos semanas ya habían recorrido dos terceras partes del viaje y Wen Ning dedicaba los largos ratos en silencio a pensar en su vida y en cómo había sido modificada por los acontecimientos del último año y medio.

No recordaba a sus padres ni mucho de la vida antes de que murieran; pero antes de Bùjìng Shi su mundo había sido pequeño. Se limitaba a estar en un tercer plano en los asuntos de su secta, mirando todo desde una bien intencionada pero aislada esfera de protección. No tenía prácticamente ningún amigo y procuraba mantener un perfil bajo para no causarle problemas a su jiejie. La gente en general (quizá con excepción de su hermana) lo consideraba poca cosa y en algún momento él también lo terminó creyendo.

Su tiempo en Bùjìng Shi cambió eso, al menos un poco. Y hoy, mirando hacia atrás podía darse cuenta de todo lo que había mejorado en él. El entrenamiento había ayudado, claro. Pero si tenía que ser sincero, fue Wei Ying y su amabilidad lo que le dió ese empujón que necesitaba.

Aprendió a no subestimar sus propias capacidades. Él también quería proteger a otros y luchar por lo que era importante. Había aprendido que el mundo no era blanco y negro; que el corazón de las personas podía cambiar con facilidad y que eso no siempre significaba algo malo.

Wen Ning aprovechó la pausa que hicieron para acampar y se dirigió a uno de los riscos cercanos. Había algo interesante y bello en el cielo estrellado y en las copas oscurecidas de los árboles, apenas iluminadas con el moribundo filo dorado de los últimos rayos del sol.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Wei Ying.

Se había deslizado silenciosamente a su espalda y se sentó junto a él, pasándole un plato de arroz. Wen Ning tomó el plato y le sonrió, agradecido.

—Bien, me-me gusta viajar. Ver cosas nuevas y distintas... llevar el hogar a cuestas. Tiene su, um, su encanto.

"Llevar el hogar a cuestas". Sonaba bien, como si ambos fueran una parte importante del hogar del otro y mientras estuvieran juntos, siempre tendrían consigo el lugar al que pertenecían.

—Podríamos hacerlo si quieres. Cuando todo esto termine, podríamos viajar y ayudar a quien se nos cruce en el camino —rió Wei WuXian mientras se dejaba caer de espaldas contra el pasto— Incluso cuando Jiang Cheng se convierta en el líder del clan y yo tenga que ayudarlo, puedo pedirle que nos envíe a las investigaciones lejanas.

Falling -for the colours in your hair- [NingXian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora