Falling -for the colours in your hair- [NingXian]

13. Compartir felicidad

Día 13. Ramillete

Glosario:

Ramillete: Inmediatamente después de que se establezca una relación mutualista (Boutonniere), los Floricultores que son extremadamente alegres, pueden tener un fuerte y dulce olor a flores. Cuando los humanos huelen este aroma siente una ligera sensación de euforia. Este estado y fenómeno también se conoce como "Compartir felicidad". Se liberará naturalmente después de unos días. Sin embargo, dependiendo de la constitución del Floricultor , hay quienes tienden a entrar en este estado cada vez que aumenta su estado de felicidad.

El camino a casa fue relativamente rápido. Era de lo más extraño, pero el viaje fue más que tolerable de lo que creyó que sería; Jiang WanYin hasta podría decir que lo disfrutó. Su shixiong estaba más alegre de lo usual y de alguna forma rara su alegría era contagiosa. Siempre le había gustado el aroma de Wei Ying, pero en estos días olía de una forma realmente dulce y agradable. Wei WuXian siempre estaba abrazándolo, colgándose de él o pidiéndole que lo cargara; Y por una vez, a Jiang Cheng no le molestó lo invasivo que era su hermano.

Fue algo realmente extraño pero no le dio demasiadas vueltas. Era bueno ver a Wei WuXian de buen humor, incluso aunque lo exasperara un poco; y si él también se sentía más relajado probablemente se debía a que por fin volverían a casa, donde la rutina era un poco menos asfixiante que en Bùjìng Shì.

Cuando por fin llegaron a Liánhuā Wù, un montón de gente se reunió para recibir a los "jóvenes amos"; mercaderes, las doncellas de la casa y los discípulos más jóvenes, que corrieron a darles la bienvenida. Ambos saludaban a todos con amabilidad, pero había alguien en particular a quien estaban buscando.

—¡A-Cheng, A-Xian! —la voz de su hermana llegó a ellos, sobresaliendo de alguna forma entre el murmullo de la multitud.

Ambos gritaron al verla y se arrojaron hacía ella, abrazándola y aferrándose a su túnica como si fueran niños.

—Jiejie, te extrañé —dijo Jiang Cheng.

—Yo te extrañé más —lloriqueó Wei WuXian en un tono infantil.

—¿De verdad? —rió ella— ¿Entonces por qué ninguno de los dos me escribió en todo este tiempo?

Ambos comenzaron a hablar atropelladamente, lanzando una excusa tras otra a tal velocidad que Jiang Yanli no entendió una sola palabra de lo que sus hermanos decían.

—Vamos, vamos a casa —dijo al final, poniendo fin a su predicamento. Abrazó nuevamente a Jiang Cheng y después a Wei WuXian, deteniéndose un poco más en éste último. Jiang Yanli olfateó ligeramente el cabello de su hermano y se quedó mirándolo con una sonrisa curiosa dibujada en sus finos labios.

—¿Pasa algo? —preguntó él.

Ella negó suavemente con la cabeza, pero sin borrar ese gesto de curiosidad de su rostro. Quizá para otras personas no era notorio, pero ella conocía demasiado bien a sus hermanos y el dulce aroma a flores de Wei Ying lo delataba.