Acuerdo Cerrado • Paulo Dybala✅

La respuesta es no.

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El matrimonio es un paso importante en la vida de dos personas, es el valioso propósito de quienes quieren pasar su vida con la persona que aman y compartir lo mejor y lo peor de un matrimonio. Pero lo importante es casarse por amor.

Para mí, que soy muy soñadora, siempre pensé que cuando encontrara al hombre adecuado sabría al instante que quería casarme con él y vivir la vida que siempre imaginé. Pero la realidad llamó a mi puerta y aquí estoy en camino a pedirle a mi novio de seis meses que se case conmigo, una propuesta que podría hacerme quedarme en Italia y realmente espero que entienda y acepte.

El taxi paró y bajé rápido por el frío, toqué el timbre y no tardó en abrir, abrazarme y sonreírme. Tengo miedo de que esta felicidad se vaya cuando él sepa de lo que tenemos que hablar, sellé sus labios y él me atrajo, pegado detrás de mí mientras repartía besos en mi cuello.

- Me alegro de que tengas algo de tiempo. - el dice.

- Salí temprano de la tienda con Mia. - dije y él se sentó en el sofá tirando de mí para sentarme a su lado.

- ¿Vamos al cine esta noche? - Preguntó.

- Primero, tenemos que hablar Marco...- dije y él frunció el ceño.

- ¿Pasa algo? - Preguntó.

- Voy a ser deportada. - dije en voz baja siguiendo su mirada cambiar a estado de shock.

- ¿Como? ¿Cuándo? ¿Por qué? - disparó las preguntas.

- Mi visa venció, podría ser pronto y estoy desesperada... un amigo me dio una opción para que no volviera a Brasil. Pero necesitaba hablar contigo. - Hice una pausa y él asintió frenéticamente.

- ¿Qué opción? - Preguntó.

- Matrimonio.- dije y él tragó saliva.

- ¿Matrimonio? - preguntó medio ahogado.

- Parece que cuando te casas con un italiano o residente de aquí las posibilidades de ser deportado son nulas, adquieres el apellido de la pareja y abres la posibilidad de renovar la visa. - le expliqué y él se rascó levemente la barba.

- ¿Es la única solución? - Preguntó.

- Hasta ahora es la más rápida, antes de que me contacten y me saquen del país. - Dije y se levantó.

- Es una opción un poco loca, ¿no? - comento y yo asentí.

- Sé que no tengo derecho a preguntarte esto Marco, pero es la unica oportunidad de quedarme aquí en Turín y continuar con mis planes. Nunca preguntaría eso si no estuviera desesperada y sin saber qué hacer en este momento. - Dije y se volvió a sentar.

-¿Tengo tiempo para pensar? Me tomaste por sorpresa con esto. - dijo visiblemente incómodo.

- Si, creo. - sonrei derrotada.

-Creo tengo que irme, iba a pasar por Douglas para hablar.- dije y él no contestó, me levanté del sofá y él hizo lo mismo.

- Lo solucionaremos, ¿de acuerdo? - dijo tomando mi rostro entre sus manos.

- OK. - Asenti. Sus labios tocaron los míos en un largo beso seguido de un fuerte abrazo.