Acuerdo Cerrado • Paulo Dybala✅

Casi

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POV: PAULO

Estábamos sentados en su cama hablando sobre la vida, nuestras vidas y el camino hacia donde estamos hoy. Olivia es una chica muy interesante principalmente porque tiene un misterio relacionado con su historia familiar y que solo Douglas sabe. También se ríe con facilidad, maneja los problemas de una manera que admiro y sabe cómo arreglárselas sin necesitar a nadie. Abrió una botella de vino y estábamos bebiendo mientras la conversación continuaba, me di cuenta de que me estaba molestando un poco cuando comenzó a reírse de todo y especialmente de nuestras citas y matrimonio falso.

- Oli, ¿sigues pensando en Marco? - Yo pregunté.

- No, por extraño que parezca. Creo que el hecho de que ya sabía que él no aceptaría me hizo darme cuenta de que la relación no duraría. - confesó ella.

- ¿Y esta vez vamos a fingir que la relación no te afectará? - Yo pregunté.

- ¿Como asi? - Se rió y puse mi vaso en la mesa al lado de su cama.

- No sé, los deseos que tiene toda mujer... cosa que solo hacías con Marco. - Dije y ella también dejó caer su vaso.

- ¿Estás hablando de sexo? - preguntó y yo asentí, la bebida me desinhibe un poco más.

- Ah, pero podemos divertirnos con esto. ¿No te parece? Vamos a pasar la mayor parte de nuestro tiempo juntos con esta historia del matrimonio, una cosa lleva a la otra. - ella dijo

Sus ojos brillaron y se acercó a mí sentándose en mi regazo, al principio me sorprendió tal acto pero sabía que estaba lo suficientemente borracha como para no pensar bien en lo que estaba haciendo. Pero tampoco podía evitar desearla de todos modos, Olivia era hermosa y atractiva y sentarse en mi regazo solo me dificultaba el control.

- ¿Que pasó? - preguntó poniendo su cabello a un lado.

- Estas borracha. - dije y ella se rió.

-Estoy caliente, Paulo. - susurró besando mi cuello.

Traté de bloquear mis manos a mis costados para controlar mis instintos, pero ella no lo hizo fácil moviéndose lentamente en mi regazo y me mordí el labio tratando de no rendirme. Los besos húmedos en el cuello subieron por mi mandíbula hasta llegar a mi boca, no pude resistirme a devolverle el beso sintiendo que el beso se intensificaba con cada rodada que daba en mi regazo iluminando mi punto más sensible.

- Olivia... - susurré cuando nuestras bocas se separaron.

- ¿Enserió no me vas a tocarme? - preguntó incrédula al ver mis manos sobre el colchón.

- No puedo, Oli. - yo dije.

La chica tenía ganas de burlarse de mí y llevó mis manos a su cintura y culo haciéndome caminar por sus curvas, sentí mi cuerpo estremecerse pidiendo más de ese toque. La volteé rápidamente acostándola sobre el colchón donde sostuve sus manos sobre su cabeza y con mi mano libre apreté su muslo clavando nuestros cuerpos aún más, mi miembro palpitaba de deseo con cada suspiro sin aliento, cada sonrisa en medio de ella. nuestro beso lleno de fuego. Sus manos soltaron las mías y empezó a subirme la camisa hasta que me la quito, sus uñas me arañaron el estómago y mi lujuria por ella solo aumentó y si no me detenía ahora, algo sucedería.