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Yo estaba en el borde de la piscina hablando con Alicia y Mariano, Paulo insistió en tomar el sol en la tumbona y pensé en molestarlo. Increíblemente, me he sentido un poco más cómodo este fin de semana, tal vez por la amabilidad de Paulo y porque su familia es muy receptiva y amorosa; cosa que tenía con la mía.
- Vamos a tirarlo. - me susurró Gustavo y yo asentí. ¡Gran idea!
- ¿Paulo? - Llamé y él se levantó las gafas de sol para mirarme.
- ¿Me puedes ayudar? - le pregunté y él asintió levantándose de la tumbona.
Caminó hacia mí, dejando el celular sobre la mesa, me tendió la mano y cuando pensó que iba a subir lo jalé hacia la piscina haciendo reír a Alicia, Gustavo y Mariano. Yo también me eché a reír y cuando Paulo salió a la superficie me encaró con una sonrisa, se me acercó y empezó a hacerme cosquillas en la cintura.
- Para por favor. - dije entre risas.
- ¿Quién te dijo que me tiraras a la piscina, eh? - preguntó riéndose también.
Mis manos trataron de soltarlo e incluso empujaron su pecho pero Paulo era más fuerte que yo, dejó de hacerme cosquillas y abrazó mi cuerpo que estaba cubierto por el agua tirando de mí hacia abajo. Cuando subimos de nuevo nuestras miradas se encontraron y notamos el lindo coro de sus hermanos, comenzaron a gritar para que nos besáramos de inmediato y aun dudando le di un rápido beso. Alicia se rió de todo, pero pude ver el brillo en sus ojos porque estaba feliz por su hijo.
- ¿Satisfecho? - preguntó Paulo riendo.
- ¡No! ¡Quiero un beso de telenovela! - Dijo Gustavo echándonos agua encima.
Paulo y yo nos miramos todavía dudando, pero Gustavo no se detuvo hasta que vio lo que quería, y entonces Paulo me apoyó contra el borde de espaldas a ellos y me puso una mano en el cuello para acercar nuestras bocas. No recuerdo haber incluido besos en nuestro acuerdo, pero... Cuando nuestras bocas se encontraron, envolví mis manos alrededor de su cuello acercándolo más, su lengua pidió paso y automáticamente cedí y ese se convirtió en el mejor beso que he recibido en mi vida. Mis piernas se trabaron en sus caderas y comencé a sentir lo mucho que se calentaba, su mano estaba en mi cintura apretándola con voluntad y si eso no paraba realmente no sé a dónde iría.
- ¿Listo? - preguntó Paulo mirando hacia atrás, pero ninguno de los tres estaba ahí.
Estaba completamente avergonzada y me deshice de sus brazos rápidamente saliendo de la piscina, me envolví en la toalla y subí las escaleras hacia el dormitorio. Cogí el teléfono y llamé a Douglas, necesitaba decírselo.
- ¡Hola mi rubia! - respondió emocionado.
- Douglas, este plan no funcionará. - Susurré.
- ¿Qué? ¿Por qué? - Preguntó.
- Tuve que besar a Paulo dos veces, nunca besé a un extraño por ahí. - dije y el se rio.
- Olivia, toda Italia quería estar besándolo y te estás quejando de la suerte? - Preguntó.
- Esto no es suerte, es un plan lleno de mentiras. - yo dije.
- Pero o te aguantas, o Brasil será tu nuevo hogar. - dijo y yo suspiré pesadamente.
- ¿Olivia? - Escuché la voz de Paulo y colgué el teléfono en la cara de Douglas.
- ¿Está todo bien? - preguntó entrando a la habitación.
- Sí. - Respondí.
- Lo siento por Gustavo, pero en un momento u otro alguien nos pedía que hiciéramos esto y si parece que no somos una pareja feliz pronto a todos les parecerá extraño. - dijo y tuve que estar de acuerdo.
- Tienes razón, es que es bastante raro besar a alguien que apenas conozco y que me está ayudando con una mentira. - dije y él asintió.
- Pongamos esto como un beso técnico, ¿si? - sugirió.
- De hecho. Fue solo un beso técnico. - dije asintiendo. Pero tengo en cuenta que no se sintió como un beso técnico.
Paulo era inteligente, eso me gustaba. No sé cómo agradecerle todo lo que ha hecho por mí incluso sin que estemos tan cerca, es un gran tipo y, a veces, me siento tan culpable de estar en esta situación con él cuando podría estar disfrutando de su vida con quien quisiera. Se que el debe tener deseos tener y odiaría interferir con algo en su vida.
Almorzamos todos juntos mientras Mariano y Gustavo hacían algunas bromas, Alicia se reía de todos y de todo y me di cuenta que era una persona feliz a pesar de todo lo que me decía Paulo. Mientras los chicos organizaban el desorden en la sala yo fui a ayudar a Alicia en la cocina, ella lavaba los platos y yo los secaba.
- Sabes cariño, estoy muy feliz con todo lo que pasó este fin de semana. Gracias por venir. - dijo ella sonriendo.
- A mime encantó conocerte. - dije sonriendo también.
- Hace mucho que no veo a Paulo así, ha estado muy mal desde que termino con Antonella. Pero veo a Paulo feliz y a gusto contigo, apenas nos conocemos pero ya te agradezco por hacer tan feliz a mi hijo. - dijo y sentí que se me encogía el corazón.
- Tienes un niño de oro, Alicia. Paulo es asombroso. - dije y ella sonrió de nuevo.
- Ya eres parte de la familia, ven cuando quieras. - dijo y le di un beso en la mejilla.
Esa noche llegué a casa sintiéndome feliz, tuve un momento familiar con una familia que ni siquiera es la mía pero que me hizo sentir como en casa en tan solo un fin de semana. Creo que la suerte de este plan es estar involucrado con personas tan grandiosas y experimentar momentos que quizás nunca hubieran sido posibles con Marco.
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Acuerdo Cerrado • Paulo Dybala✅
FanfictionOlivia tenía su visa vencida y estaba a punto de ser deportada de Italia, no queriendo regresar a Brasil aceptó la loca propuesta de Douglas Costa de casarse con su mejor amigo, Paulo Dybala, para poder quedarse en el país. El plan era solo ayudar a...