Acuerdo Cerrado • Paulo Dybala✅

Vamos a intentarlo

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Me alegró mucho saber que Louise estaba embarazada y aun con dos meses de embarazo ya me imaginaba al bebé en mis brazos porque la consentiría mucho, llegué a casa después de cenar y no podía dejar de pensar en lo que le dijo Paulo a Douglas . Empecé a pensar en todos los momentos que hemos tenido desde que comenzó esa mentira y hace exactamente dos meses que todo cambió en mi vida, me gustaba Paulo pero nunca había pensado en la pasión o el amor porque mi mente solo estaba enfocada en mi estadía en Turín.

Tomé el celular varias veces pensando en enviarle un mensaje pero la falta de coraje y el nerviosismo no me lo permitieron. Marqué su número varias veces pero no presioné llamar y entonces me sentí como una adolescente, me dormí en medio de mis pensamientos y soñé con Paulo. Más concretamente con la boda que aún no ha sucedido, salvo que en el sueño le dije que lo amaba y que esa era la más pura verdad.

Me desperté con el pecho subiendo y bajando salvajemente y los recuerdos del sueño me hicieron reír, di vueltas y vueltas un poco en la cama hasta que sonó mi celular. Miré la pantalla viendo aparecer el nombre y la foto de Paulo, respiré hondo antes de responder.

- Buen día. - yo dije.

- Buen día. - dijo de vuelta.

- Tengo que decirte algo. - dijo y yo sonreí.

- Yo también. - yo dije.

- Cuentame tu primero, entonces. - el pidio.

- No tu primero. - dije riendo.

- Los dos a la vez. - dijo y yo asentí.

- Soñé contigo. - dijimos juntos, y yo abrí mucho los ojos sentándome en la cama.

- ¿Soñaste conmigo? - Preguntó.

- Si, con esto de la boda y todo...- le expliqué y él se rió.

- Yo también, fue el sueño más real que he tenido. - dijo y yo sonreí.

- Eso es bueno. - yo dije.

- Quería invitarte a cenar esta noche, un par de amigos están en Turín para visitarme y tenía muchas ganas de que los conocieras. - dijo y volví a apoyar la cabeza en la almohada.

- Si dale. - Dije segundos después.

- ¿Te recojo a las ocho, entonces? - el dice.

- Nos vemos a las ocho. - Dije antes de colgar.

Puse música alta y comencé a limpiar mi departamento, totalmente emocionada, el domingo había amanecido soleado y hasta me atreví a decir que escuché el canto de los pájaros. Revisé todo mi guardarropa en busca del outfit perfecto para esa cena con las amigas de Paulo, cuidé mi estética a pesar de que era una sacrificio para mi pintarme las uñas y al final del día me fui a la ducha. Mientras el agua caía por mi cuerpo recordé la noche que Paulo y yo tuvimos sexo, la conexión esa noche fue intensa y hasta el día de hoy no lo puedo explicar.

Cuando estuve lista escuché sonar el timbre, me miré por última vez en el espejo antes de tomar mi bolso y abrir la puerta; topándome con una de las versiones más bellas de Paulo.

Vestía jeans oscuros y una camisa gris con las mangas arremangadas, tenis negros y una sonrisa asesina. No pude evitar sonreír también y me abrazó haciéndome sentir curiosidad por el hecho de que no me besara, tal vez me acostumbré a los besos repentinos ya que pasaba muy seguido entre nosotros.