Acuerdo Cerrado • Paulo Dybala✅

Felicidades

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Yo estaba contenta con cómo estábamos Paulo y yo desde que decidimos darnos una oportunidad, pasamos los mejores días con Alice y Álvaro paseando por Turín y haciendo actividades en pareja. Estaba empezando a sentir mil mariposas en el estómago desde que me dijo que le gustaba, no sé cómo decirle a Douglas lo que pasó entre Paulo y yo estos días porque ni siquiera sé cómo resultará.

También estaba emocionada por cómo estaba creciendo la tienda, Mia estaba feliz por eso y sobre todo porque había conocido a un chico y estaban saliendo. Ella dijo que últimamente estoy más feliz y que todo fue culpa de Paulo y aunque no sabe las circunstancias tenía razón, solo odio el hecho de que tengo miedo de las consecuencias de esta mentira. Cerramos temprano porque Mia tenía una reunión con algunos vendedores desde la última a la que asistí, teníamos nuestros arreglos así para que los dos pudieran manejar todo lo relacionado con la tienda.

Cuando salía, un gran automóvil negro se detuvo frente a mí, asustándome, la ventana bajó lentamente y pude reconocer a Paulo debajo de sus lentes de sol y gorra. Sonrió ampliamente antes de abrir la puerta y salir del auto, metiendo mi cabello detrás de mi oreja antes de sellar suavemente mis labios.

- Hola linda. - dijo sin dejar de sonreír.

Hola Paulito. - dije sonriendo

- Vamos porque tenemos una cita. - dijo y yo fruncí el ceño.

- ¿Cita? No me dijiste nada. - Me sorprendió y se rió.

- Tienes que llevarme a dar un paseo en tu auto nuevo. - dijo colgando las llaves del auto en el aire.

- ¿Como asi? No tengo un... - Hice una pausa al notar su sonrisa pícara y su mano tocar el auto.

- Feliz cumpleaños. - dijo, y no pude evitar sonreír.

-¡Paulo, estás loco! - dije llevándome las manos a la boca.

- ¿Crees que no sé nada de ti? Apuesto a que ni siquiera me dirías que hoy es tu cumpleaños. Tú te lo mereces. - dijo tirando de mi cintura.

- Eso es mucho, Paulo. No me importan los regalos caros. - dije acariciando su rostro y él asintió.

- Es por tu seguridad Oli, cuando no pueda recogerte necesito asegurarme de que no tendrás que arriesgarte a tomar taxis de nuevo. Por favor, vea esto como algo bueno. — preguntó, pasando su pulgar por mi mejilla.

- ¿Cómo puedo agradecerte?... - le dije abrazándolo.

- Llévame a dar un paseo, y luego haremos que Douglas y Louise hagan lo mismo. - dijo abriendo la puerta para que yo entrara.

- OK. - dije riendo.

- Paulo, ¿y qué le vamos a decir a Douglas? - Yo pregunté.

- Nada por ahora, creo que en realidad no cree que me gustes. He demasiado indeciso con la gente frente a sus ojos... - dijo luciendo molesto.

- Lo que importa es que confío en ti.- dije y él sonrió besándome la mano.

- ¿Vamos? - Pregunté y él asintió sonriendo.

El auto era hermoso y súper moderno y era obvio que nunca podría pagarlo, pero me alegré de que Paulo hubiera pensado en mi seguridad de esa manera. Caminamos un poco y luego nos detuvimos en mi casa, cenamos juntos y luego me preparé porque íbamos a recoger a Douglas y Lou para pasar el rato. Realmente nunca me importó mi cumpleaños pero sé que la gente a mi alrededor quiere hacerme feliz en esa fecha, y así fue como realmente me sorprendí cuando llegué a la casa de Douglas y encontré una fiesta preparada para mí.