Cancha de campeonato

37 Cumpleaños feliz

—No dejes de besarme —le pido a Seth ya que ha detenido la ronda de besos.

—Solo me voy a acomodar —dice mientras se sienta enmedio de la cama con las piernas estiradas —. Ven.

Enseguida me subo a horcajadas sobre él.

—Bésame —le pido.

—Bésame tu —sonríe con burla.

No me niego ya que besarlo es una sensación maravillosa así que uno mis labios a los suyos mientras colocó mis manos en su cabello y el las suyas en mi cintura.

Él ahora es quien manda en el beso y lo hace tan intensamente que siento miles de sensaciones en todo mi cuerpo.

Me separó de sus labios para dar una larga respiración.

—Me fascinas Andy —sonrio ante su comentario.

Siento su miembro endurecerse debajo de mi por lo que con algo de valentía comienzo a frotarme sobre él.

—Joder —susurro, empiezo a besar su cuello y el suelta un gemido que logra excitarme más.

¿En serio está pasando?

Acerca de nuevo su boca a la mía y empieza a besarme de una manera tan sensual, cuando menos lo espero mete su lengua y con sus manos aprieta mi cintura ayudándome a moverme sobre su entrepierna logrando que gima sobre su boca.

No se de dónde me estoy sacando la valentía pero comienzo a quitarme el vestido por arriba de la cabeza, no lo miro a los ojos hasta que todo el vestido está fuera de mi.

—Andrea...no te haces una idea de lo mucho que me encantas —cierra los ojos y supiera —ni siquiera estás desnuda y siento que me voy a correr.

Pone sus manos en mis muslos, los acaricia y después de unos minutos sube poco a poco hasta llegar a mi sostén.

—¿Puedo? —pregunta señalandolo por lo que asiento algo nerviosa.

¿Dónde está la Andrea valiente de hace unos momentos?

Desabrocha el sostén y me lo quita, todo mi pecho está expuesto ante él.

—Eres hermosa —susurra para acercarse a besarme.

Baja hasta mis tetas y mete una a su boca para chuparla lentamente. Lo detengo para desabotonar su camisa y cuando lo hago aprecio por unos momentos su torso desnudo.

Que bendición.

—Parece que levantar pompones es efectivo para tener abdominales —digo en burla.

Me acerco hasta que nuestros torsos se tocan y por alguna razón lo abrazo. Él no tarda en hacer lo mismo.

Son tantas las sensaciones que siento en este momento.

—¿Quieres parar? —pregunta.

—No, ¿y tú?

—No, lo que quiero es tocarte por todo el cuerpo —acaricia mi mejilla.

—Pues hazlo puedes tocarme donde quieras.

Vaya la valiente volvió a aparecer.

Baja sus manos a mis muslos y traza figuras en ellos provocándome un jadeo. No hemos hecho gran cosa y yo estoy muy mojada.

Beso su cuello y su reacción es apretar mis muslos, en un rápido movimiento llega a mis bragas y me acaricia sobre ellas. Las hace a un lado y apenas roza mi punto sensible, siento que estoy por correrme.

Tengo nervios, no creí que la noche terminaría de este modo y no me estoy quejando de hecho anhelaba un momento así con Seth desde la última vez.

Dos de sus dedos empiezan a frotar mi clítoris y el placer empieza a recorrer mi cuerpo. Busca mi boca para besarme aunque no puedo ser sincronizada.