—Ay Dios mío, perdón —era Gray.
—No, no, no, no, solo vine a lavarme las manos, no te preocupes —ella tenía las manos llenas de pintura azúl.
—¿Pintaste algo?.
—... N-no —la miré serio.
—Bueno yo... estaba pintando estrellas detrás de mi ropero.
—¿Por qué?.
—¿Por qué no?.
—Tienes tu punto, ¿por qué no usaste tu baño?
—Klaus arrojó la llave hacia adentro del cuarto, y estaba cerrado con llave.
—Ahora vengo —desapareció diez segundos, luego regresó —Listo, tu baño está abierto.
—Jamás te lo te lo pedí.
—Pues ya que.
—Hay dios mío, mira mi cabello, es horrible.
—Si, lo sé —empezó a buscar un peine.
—¡Oh por dios!, ¡¿quién es este bebé?! —gritó cuando sacó una foto de un cajón del baño.
—Dej-dejala, s-soy yo —era una foto mía tamaño infantil, recuerdo que Klaus la había escondido ahí, y como soy el único que usa este baño, la había dejado ahí.
—Quitamela entonces —salió del baño directo a mi cuarto, tuve que seguirla.
Al llegar la ví sentada en mi cama.
—Eras tan tierno.
—Era.
—Mira ese hoyuelo, que lindo.
—Deja de búrlate de mí, uno ya no puede tener fotos suyas de niño porque... —intenté quitársela.
—¡No me burlo, idiota!, ¡Te estoy diciendo lindo! —hubo un silencio incómodo.
—Gracias... casi nadie me lo dice.
—¿Enserio?.
—Ajá.
—¡Oye, esa soy yo! —tomó la revista.
—Si... ammm, solo la veía.
—Nunca me había visto en una revista, ni menos en una portada.
—Sí... yo tampoco me había visto hasta hace poco.
—Bueno, descansa, adiós —dejó la revista.
—Oye oye oye, mi foto.
—Me la voy a quedar, ¡solo mira que lindo que eras!.
—Noo, no te la vas a quedar, dame eso —intenté volver a quitársela.
—Tú tienes una foto mía.
—No, no es cierto, dámela.
—Tienes la revista, y ahí salgo, tú te quedas eso y yo me quedo esto.
—No —¿yo para que quería conservar la revista?.
—Sí.
—No.
—No.
—Sí —Mierda.
—Ok adiós, Morita —salió.
Dios mío, ¿cómo pude caer en eso?.
...
Estábamos en clases de baile... Así, seguimos tomando esa clase.
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Entre dos estrellas
FanficÉl siempre quiso un amor de película, pero ese primer intento no fue el bueno, hasta que la encontró. Fue repentino, al principio no lo quiso aceptar, pero pronto se dió cuenta de que era el amor de su vida. Todo era bello, hasta que ella se fue, él...