his inner heart - sukhoon

3

Era el segundo día con Jihoon, y lo único que anhelaba Hyunsuk en el bus era que el día se pasara rápido, porque detestaba socializar con alguien tan molesto. Bajó del autobús desanimado y entró al hospital intentando mejorar su ánimo.

— Nos vemos, hyung. —Se despidió Doyoung, ya que su área era la segunda.

Hyunsuk se despidió con la mano, y luego entró a la sala trasera de la recepción. Dejó su mochila en uno de los casilleros de estudiantes y se quitó la chaqueta.

— Llegaste. —Dijo Jihoon apareciendo de pronto, mientras abría un paquete de algo que parecía ser una sonda, esta vez sin olvidar los honoríficos de respeto.

— Qué maravilla, ¿Verdad? —Respondió de mala gana.

Jihoon no le respondió, sólo salió de la sala. Hyunsuk suspiró y comenzó a trotar para seguirlo, porque ese era básicamente su trabajo, seguir a Jihoon en todo momento. Luego de unas horas, tuvo que quedarse de pie junto a él mientras escribía algo en la computadora, dándole tiempo para analizarlo físicamente. Parecía alguien amable, pero en realidad era muy amargado. Le sorprendió ver hematomas que parecían ser de besos en su cuello, y de alguna forma le molestó que no se preocupara de taparlos estando en el trabajo.

— Termina esto, Hyunsuk-ssi, deberías poder hacerlo. —Dijo Jihoon saliendo de la silla.

Hyunsuk lo siguió con la mirada mientras trotaba hacia una camilla, y suspiró antes de sentarse. Sólo debía terminar un reporte de alguien que ya habían visto, así que no se veía difícil. Pero de pronto sonó el teléfono fijo que había a un lado, y habría sido algo normal pero Hyunsuk era el único ahí para contestar.

¿Por qué no había nadie en la recepción?

Pensó unos segundos antes de actuar, y prefirió contestar a dejar la llamada pasar.

— ¿Si...? —Murmuró.

— Buenos días, tenemos un TA, hombre de 39 años somnoliento. PA 80 sobre 50. Ritmo cardíaco, 120. Ritmo respiratorio más de 30. Temperatura, 37.6°C, y tiene mucho dolor en el pecho. ¿Podemos trasladarlo a urgencias de Bomul?

Hyunsuk no sabía qué decir exactamente, no tenía nada de experiencia en recibir llamadas, era literalmente nula.

— U-uh...

De pronto alguien le quitó el teléfono de las manos, y resultó ser Jihoon. Pidió que repitiera la información, y luego colgó.

— No puedes contestar llamadas, no estás autorizado para hacer eso. —Dijo algo así como decepcionado pero teniéndole fe todavía, casi como una queja. Parecía que le hablaba a un cachorro, como si lo quisiera pero supiera que no entendía su idioma humano.

Hyunsuk agachó la mirada porque sabía que no tenía autorización, y Jihoon suspiró.

— Sólo te dejé haciendo un reporte... Dios... —Se quejó tomando el ratón para acercarse a él exageradamente y comenzar a hacer clicks.

Hyunsuk se agachó un tanto por la cercanía innecesaria, y esperó quieto porque no sabía qué hacer. Jihoon estaba tras él con ambos brazos a cada lado del teclado, y la credencial que caía por su bolsillo casi tocaba sus sorprendidos ojos sin intención. Los cerró para evitar que la tarjeta lo hiriera, y se mantuvo así. Notó un aroma muy adictivo en su piel, o tal vez en su ropa, y se sintió obligado a volver a respirarlo, una y otra vez. No sabía si le recordaba a algo o si le gustaba muchísimo cómo olía.

— Ya está, puedes volver a seguirme. No podré dejarte solo ni un segundo. —Suspiró comenzando a caminar.

Hyunsuk se sentía algo culpable, pero tomó aire y comenzó a seguir a Jihoon otra vez. Él sacó una camilla y abrió las puertas del corredor entre la zona de urgencias y el estacionamiento de ambulancias. Se escuchaba una sirena muy lejos, y Jihoon estaba preparando todo con la ayuda de dos enfermeras más. Hyunsuk ahora se cuestionaba cada movimiento que hacía, temiendo cometer un error muy grave.

— Hyunsuk-ssi, pásame el envase que está detrás tuyo. —Dijo Jihoon desde el otro lado de la camilla mientras la ambulancia amenazaba con aparecerse muy pronto.

Hyunsuk volteó pero no supo de qué envase hablaba. Habían aproximadamente cinco, y podía ser cualquiera de ellos. El tiempo se le hacía eterno pero a la vez muy rápido, era un sentimiento de presión enorme y no sabía qué hacer en absoluto. Una mano extra tomó un paquete blanco, y Jihoon lo recibió de un enfermero que tenía más experiencia.

Hyunsuk volvió a sentirse culpable, y supuso que debió haber deducido según la situación cuál de todos esos paquetes era. Eso significaba que de verdad estaba muy fuera de sí, y debía mejorar cuanto antes.

Todo estaba saliéndole mal, y le frustraba mucho.