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El tercer día, Hyunsuk había presenciado por primera vez una muerte en urgencias. Era viernes, y aunque fuera de día, la tasa de accidentes seguía siendo muy alta, y urgencias se mantenía muy ocupada.

Ahí estaba él, frente a la aterradora escena de ese niño de trece años que había logrado suicidarse con éxito, ya que el hospital no había podido salvarlo. No podía contener su miedo, angustia y frustración. Por alguna razón, de tanto equivocarse, ahora sentía que había sido su culpa que un indefenso niño muriera frente a sus ojos.

Jihoon, el más alto de ahí, se quitó los guantes empapados de sangre y desconectó el suero del alto colgador. Mientras Hyunsuk sentía que su mundo se caía, unos enfermeros tomaron la camilla y la dirigieron a otra zona.

Hyunsuk dio un paso atrás, y temblando siguió retrocediendo hasta llegar a la recepción. No quería llorar, no quería sentirse débil, pero había olvidado la advertencia de que eso pasaría en algún minuto de su carrera.

Agachó la mirada, cerró sus ojos tratando de calmarse y apretó los puños aguantando un golpe a la pared que no quería dar porque llamaría la atención. Se sentía inútil, y de sólo pensar que si fuera de más ayuda habría vivido, se enfurecía aún más con él mismo.

Seguro no servía para ese camino laboral. Tal vez pertenecía mejor a una oficina o trabajo de escritorio. No se sentía capaz de aguantar eso todos los días, ni tampoco era útil para ayudar a evitarlo, así que le agobiaba pensarlo. Sólo pensaba en ser insuficiente, y una suave lágrima cayó inevitablemente, dejando que sus puños se relajaran mientras la sensación de que se rompía en pedazos internamente lo recorría por completo.

Pero de pronto sintió unos brazos rodearlo muy suavemente, como un abrazo forzado, y unas caricias en su espalda que en realidad eran como palmadas en la cabecita de un cachorro. Sentía de algún modo que alguien había venido a recoger las piezas de su corazón, y a pegarlas muy mal pero al menos haberlo intentado.

— Está bien... suele pasar las primeras veces... —Dijo la voz de Jihoon, que junto a ese adictivo aroma, reveló ser quien era.

Hyunsuk no estaba acostumbrado a los abrazos de gente que no conocía, pero de algún modo sentía que lo necesitaba. Abrazó su cuerpo con ganas, y lágrimas instantáneas comenzaron a caer. Jihoon se quedó quieto unos momentos, y luego reaccionó palpando su espalda forzadamente otra vez. Hyunsuk había comenzado a llorar de verdad, y Jihoon no se lo esperaba. Sabía que era difícil la primera vez, y le apenaba un poco que ese chico irritante estuviese al borde de las lágrimas, pero nunca se esperó esa reacción de su abrazo "compasivo". Jihoon detestaba las muestras de cariño en público, no había nada peor que ser amable con quienes no conocía. No le gustaba aparentar ser bueno, no hasta cierto punto, así que en realidad le incomodaba la posición en la que estaba.

— ¿Por qué no puedo hacer nada bien? —Se quejó entre sollozos.

Jihoon parpadeó dos veces, y luego se alejó para limpiar sus lágrimas.

— Yah... no es cierto. No es que no hagas nada bien, acabas de comenzar. —Murmuró dejando sus manos descansar sobre sus hombros.

— Pero siempre me equivoco, apuesto a que ese chico habría sobrevivido si hubiese ayudado más. —Reclamó dejando nuevas lágrimas escapar.

Jihoon rodó los ojos.

— Ya basta, ¿Cómo crees que fue tu culpa? Sólo eres estudiante, deja de quejarte. El chico ya tenía heridas muy fuertes y su hemorragia interna avanzaba muy rápido. No había nada que hacer para cambiar eso. —Explicó limpiando sus lágrimas otra vez.

Hyunsuk gimoteó y dejó su cabeza chocar contra su pecho, apoyándola entre más sollozos. Jihoon suspiró y tomó su rostro con ambas manos, sorprendiéndolo al instante.

— Yah. ¿Crees que vas a convertirte en enfermero si te rindes así? Eres mi responsabilidad y no pienso dejar que te rindas de la nada. Si te caes vuelves a levantarte, no te quedas lamentándolo una y otra vez, ¿Oíste?

Hyunsuk parpadeó aún en shock, y Jihoon limpió sus lágrimas con sus pulgares una última vez antes de soltarlo.

— Estarás bien, te acostumbrarás rápido. —Dijo palpando su cabeza antes de entrar a la sala tras la recepción.

Hyunsuk limpió sus ojos y miró a Jihoon extrañado. No sabía que él tenía la capacidad de ponerse en el lugar de otro, pero no le disgustaba de algún modo. Continuar siguiéndolo sintiéndose tan pequeño mataba su orgullo, y le parecía injusto porque eso era definitivamente algo que Jihoon merecía en lugar de él, según su perspectiva. Había comenzado siendo quien pedía respeto, y ahora él sentía que debía respetar a Jihoon con lo mucho que hacía durante el día.

Ese día estuvo muy torpe, y aunque como estudiante hubiera poco que hacer, seguía fallando en cosas pequeñas. Estaba muy desanimado, y todo le costaba más de lo normal.

Luego de unas horas, cuando ya faltaban dos de su turno, Jihoon lo llamó a un lado para hablar con él. Hyunsuk sentía que lloraría, porque la verdad es que se sentía muy humillado aún sin saber qué le diría.

— Hyunsuk-ssi... —Murmuró Jihoon luego de que Hyunsuk se apegara a la pared sintiéndose culpable.

Agachó la mirada y Jihoon copió sus acciones un momento.

— Sé que no la estás pasando bien pero... pero estás en urgencias y... no lo sé, deberías moverte más rápido, pase lo que pase. Estás a mi cargo y por eso debo asegurarme de que hagas bien las cosas...

Hyunsuk asintió cabizbajo.

— Digo, ya sé que te sientes mal por ser un poco más lento, pero estás recién empezando así que no te preocupes si te cuesta más de lo que creías. Puedes hacerlo. —Explicó asintiendo.

Hyunsuk volvió a asentir, sin atreverse a mirarlo a los ojos.

— Te tengo fe, se que puedes hacerlo. Sólo usa esa actitud con la que llegaste, ¿Sí? No te rindas, el mundo no se ha acabado.

Hyunsuk apretó los labios esta vez, porque sentía que había asentido demasiadas veces como para volver a hacerlo. Jihoon tomó su mentón y lo levantó hasta sus ojos.

— Me gusta tu sonrisa, sonríe. Seguramente le darás confianza a los pacientes, no lo sé... pero no estés triste, no hay por qué estarlo hoy. —Añadió algo desanimado.

Hyunsuk no entendía cómo estar alejados de todas las miradas del resto afectaba tanto en el comportamiento de Jihoon. Sentía que este Jihoon era más cálido, e ingenuamente le gustaba más. Jihoon volvió a palpar su cabeza, y suspiró antes de voltear en dirección a la recepción una vez más.

Hyunsuk se quedó pensando bien qué hacer. Era demasiado orgulloso para de pronto llegar con una amplia sonrisa y dejarla en su rostro durante el día, pero tampoco quería llegar igual de desanimado que antes. Suspiró y cerró sus ojos apoyándose en la pared, cansado de ese largo rato que llevaba trabajando.

his inner heart - sukhoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora