JASPER
Estos últimos días no he podido ver a Phoenix como me gustaría hacerlo, debido a que he comenzado a entrenar para la competencia de natación que es dentro de dos semanas. Aun así me han pedido que me prepare como cada año, y ahora más, porque competiré con una de las escuelas del sur, y tengo entendido que el chico con el que me enfrentaré es bastante bueno.
Así que para el día sábado, me he quedado de ver con Phoenix afuera del internado para salir juntos, como una cita.
—¿Quieres ir al cine? —me pregunta Amber que está sentada en mi cama con su teléfono—. Todos están hablando de la nueva película, ¿podemos ir?
—Me gustaría pero no puedo. Me he quedado de ver con alguien —respondo mientras me coloco los zapatos.
—Oh. ¿y quién es esa persona? —inquiere con curiosidad.
—Nadie que conozcas.
Me acomodo la camisa dentro del pantalón, volteo a ver a Amber que me mira con los ojos entrecerrados.
—¿Qué? —pregunto.
—¿Es por eso que llevas colonia?
—Yo siempre uso colonia.
—Pero hoy llevas más que otros días.
—¿No tienes otra cosa que hacer? —suelto, mirándola—. ¿Por qué no le pides a Rubí que te acompañe?
—Bien, me voy —dice, levantándose de la cama—. Pero cuando necesites un consejo de tu querida hermana, búscate otra.
Amber cierra la puerta de golpe al irse. No le resto importancia, a cambio de eso intento apurarme. Tomo mi teléfono y salgo de mi habitación. Bajo las miles de escaleras del internado hasta llegar a la salida de la parte trasera del edificio.
Llevo esperándolo más de cinco minutos pero no llega. Me pregunto si algo malo le ha pasado. Estoy a punto de ir a buscarlo, cuando lo veo correr hacia a mí.
—Perdón por llegar tarde —dice, regulando su respiración.
Phoenix me mira con un gesto de confusión.
—¿Qué pasa? —pregunto.
—Te ves... diferente.
Llevo puesto una gorra negra y unos lentes de sol.
—No quiero que las personas me reconozcan en la calle —admito avergonzado.
—Así llamarás la atención —comenta—. Pero aún así te ves muy bien.
Carraspeo.
—¿Nos vamos?
Salimos por detrás del internado donde nos lleva directamente al bosque para después dirigirnos hacia el centro de la ciudad. Está a tan solo diez minutos caminando.
—¿Tienes hambre? —pregunto—. Podemos ir a comer si gustas. Hay muchos restaurantes muy buenos que conozco.
—De hecho, comí antes de venir —confiesa encogiéndose de hombros—. Pero si tu tienes hambre, podemos ir.
—No tengo tanta hambre —admito—. Tal vez más tarde.
Nos adentramos a la ciudad. Phoenix está mirando el lugar con asombro. Lo observo por unos minutos, lleva puesto una camisa azul marino que le combina perfectamente con su cabello rojizo. Unos mechones sobresalen de su gorro negro que suele usar a menudo.
—Hoy no llevas los audífonos —comento mirándolo de reojo.
—No los necesito —responde.
ESTÁS LEYENDO
Un amor inesperado
RomanceSiempre hay una primera vez para todo. Phoenix es un chico con problemas de conducta y emocionales que acaba de ser transferido al internado Baxter. Donde se enfrentará con muchos obstáculos y personas, especialmente Jasper. El chico más popular del...